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En ese sentido, Fedenavi es la organización que con mejor criterio puede hablar de las oportunidades y dificultades que tiene el río Magdalena, pues lo navega todos los días. Por ello, estamos dispuestos a brindar todo el apoyo necesario para que la APP en la que está empeñado el Gobierno Nacional llegue a feliz término.
Con el mejoramiento de la navegación en el río Magdalena, el propósito de los navieros del país es aumentar el transporte de carga hasta copar la capacidad instalada, que la podemos resumir de la siguiente manera: 464.709 toneladas de capacidad de carga, con 261 barcazas o botes y una capacidad de fuerza o empuje de 89.366 caballos con 43 remolcadores.
Nuestra meta es navegar 24/7. De hecho, el año pasado aumentamos nuestra operación y logramos movilizar 2.400.000 toneladas. Sin embargo, nuestra capacidad de transporte, aguas arriba y aguas abajo, puede llegar en 16 viajes redondos (12 meses) a 7.400.000 toneladas al año. Como puede verse, solo estamos al 32,4% de nuestra capacidad instalada.
Y eso no es todo; si el río fuera navegable, sin los inconvenientes que tiene, podríamos, mejorando la capacidad de cargue y descargue de los puertos, llegar a 20 viajes al año por convoy o 9.300.000 toneladas.
Como se puede ver, es un esfuerzo de muchos para que Colombia sea más competitiva. En esa medida, los navieros queremos reiterar nuestro llamado al Gobierno, y especialmente a la ANI para que se tengan en cuenta consideraciones técnicas que aumentarían la viabilidad de la navegación comercial en el río.
Lo que proponemos es que nos concentremos, inicialmente, en los trayectos Barrancabermeja-Cartagena y Barrancabermeja-Barranquilla, en ambos sentidos, pues son los que mayor diferencia pueden hacer para el país en términos de conectividad y competitividad.
Así mismo, es necesario destacar que para el mantenimiento del río y el Canal de Dique se cuenta con varias dragas. Nuestra recomendación es empezar a encauzar el afluente entre Barrancabermeja y Regidor, disminuyendo de esa manera la dependencia del dragado.
El compromiso del país debe ser el de rescatar el río y su navegación, además de no dejar perder todos los avances en movilización de carga que se han hecho en los últimos años.
No podemos desconocer la historia. En el año 1940 se transportaron por el río Magdalena 900.000 toneladas. Luego, en 1969 (hace apenas 48 años), se llegó a la cifra récord de 2.700.000 de toneladas. Si el crecimiento se hubiera mantenido estable, hoy deberíamos estar movilizando 13 millones de toneladas.
Así mismo, Colombia cuenta con una red fluvial que excede los 24.300 kilómetros. Sin embargo, hemos perdido nuestra vocación fluvial. Son muchos aspectos que atentan para el deterioro del río. Les cito unos pocos: Deforestamos las cuencas (lo que genera que en invierno las aguas se vuelvan ingobernables); y esa tala indiscriminada nos quita la posibilidad que los caudales sean estables y recuperemos aguas en verano. Si a esto le sumamos que desde las represas se regulan los caudales, concluimos que se hace necesario que trabajemos en un acuerdo fluvial nacional, otros le llaman un plan maestro. Para cualquiera de los dos Fedenavi está listo a participar.
Para terminar, no hay que olvidar que la cuenca del Magdalena tiene 727 municipios del total de 1.200 que tiene el país. Ojalá cada municipio mire al río y nos ayude a contaminarlo menos. Un río sin residuos plásticos, sin mercurio ni cianuro (sin toda la tabla periódica flotando en sus aguas) es un río que permanece. Ese es el legado que Fedenavi le quiere dejar a Colombia.