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Pasar de los métodos de ventas tradicionales a la digitalización es un reto que tienen los comerciantes del retail
Hasta hace no mucho se decía que cumplir con la entrega de los pedidos era solo una cuestión de “logística”. ¡Cómo cambian los tiempos!. Ahora, con la velocidad y la precisión convertidas en ventajas competitivas, la gestión del stock y de los almacenes se transformaron en una prioridad en agendas de los directivos del comercio.
Es evidente que el cambio es muy positivo para los clientes, pero, como es lógico, también implica ciertos retos para las empresas, que se esfuerzan por cumplir las expectativas de unos usuarios que cada vez quieren entregas más rápidas. De este modo surgen además nuevos problemas, como el correcto procesamiento de las devoluciones, la transición a la selección de artículos individuales o la alta rotación de empleados.
Por todo ello, según el estudio sobre el futuro de los almacenes 2024, 80% de los encargados de la toma de decisiones en las empresas planea invertir en tecnología para ser más competitivo y responder a todos estos nuevos retos, aunque este cambio quizá no se produzca de forma inminente.
Cuando hablamos de invertir en digitalización y adoptar nuevas tecnologías es importante diferenciar entre tres áreas clave y saber integrarlas entre sí para estar preparado de cara al futuro: la optimización de los sistemas de gestión de almacenes (warehouse management systems o WMS), la actualización de los dispositivos móviles de los empleados y la automatización de las infraestructuras para mejorar la visibilidad de todas las operaciones.
Sistemas de gestión
Dado que el WMS es el sistema operativo del almacén, en ocasiones puede haber cierta resistencia a cambiarlo. De hecho, a menudo encontramos sistemas antiguos que se han ido modificando, mejorando y manteniendo durante muchos años, a pesar de saber que era necesaria una renovación más completa. Pero no hay vuelta atrás. Según el estudio, antes de 2024, 54% de las empresas planea añadir nuevos módulos o instalar la mejor solución posible de gestión de almacenes. Y hay buenos motivos para ello. Los actuales WMS basados en la nube se actualizan automáticamente cada vez que aparece una nueva versión, son capaces de procesar una ingente cantidad de datos, han sido diseñados para soportar distintos flujos de trabajo (como, por ejemplo, las devoluciones) y soportan todo tipo de nuevas entradas de información. Por ejemplo, 43% de las organizaciones piensa actualizar o añadir nuevas soluciones de localización en tiempo real (real-time locationing solutions, RTLS) para el 2024, y el 80% planea conectar sus WMS con los sistemas de gestión de flotas para sincronizar toda la cadena de suministro.
Dispositivos móviles
Otra forma de sacar un mayor rendimiento de los sistemas de gestión de almacenes es actualizar la tecnología que utilizan los empleados. Mejorar sus dispositivos móviles asegura que los procesos se ejecuten de forma más rápida y coherente y es una inversión prioritaria para 73% de los encuestados. Su decisión viene motivada también por el deseo de mejorar la experiencia de los usuarios en su día a día: 79% cree que el almacén se convertirá en un lugar de trabajo más atractivo gracias a la transformación tecnológica. Además, 83% indica que usará el sistema operativo Android en 2024, lo que implica que los empleados tendrán cada vez mayor acceso a estos dispositivos. El gasto en dispositivos aumentará en 2022, especialmente en los ámbitos de las tabletas resistentes (62%) y los escáneres industriales (53%).