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Según la investigación, que se realizó con base en más de 3.000 encuestas aplicadas en 13 países en la región, estos tres ítems son primordiales para las empresas en esta parte del continente y se demuestra también una concientización para atacar estas amenazas a la seguridad.
En materia de malware y phishing, Colombia ocupa el sexto lugar del estudio con 48,7% y 16% de vulnerabilidad, respectivamente, cifras que dejan al país en el promedio de la región, aunque hay retos que se tienen que afrontar. “Estamos en la media de Latinoamérica, hay países que están muy por encima de estos incidentes. Lo mejor es que los índices estuvieran más bajos, pero es aceptable y hay que seguir trabajando en estos temas para garantizar la seguridad de la información”, aseguró Camilo Gutiérrez, security researcher de Eset Latinoamérica.
En 2009, 35% de los encuestados por Eset afirmó haber sufrido infecciones por malware, mientras que en 2015, el número aumentó a 40%. Al analizar los resultados de la encuesta para conocer en qué países las empresas se vieron más afectadas por códigos maliciosos, Nicaragua ocupa el primer lugar con 58,3% de las respuestas afirmativas; seguido de Guatemala con 55,8% y Ecuador con 51,9%.
El phishing, según la compañía, se mantuvo como una amenaza constante que comienza a cobrar relevancia nuevamente debido a la aplicación efectiva de técnicas para engañar a los usuarios de internet y también en las empresas.
El estudio recomienda a los empresarios y encargados de temas de seguridad digital en las organizaciones utilizar estrategias que vayan más allá de antivirus, backups y protección con firewalls. “En gestión no hay tantos controles. Muchas empresas dicen que tienen políticas de seguridad, pero no han empezado a adoptar controles. Solo 50% de las empresas hace capacitaciones a sus empleados sobre riesgos informáticos”, dijo Gutiérrez a LR.
La tecnología, gestión y educación son tres pilares que Eset recomienda a las organizaciones implementar para mejorar estas cifras y garantizar menos incidentes y de mayor impacto.
A pesar de estas recomendaciones, el estudio recoge como reflexión que “es posible ver una lenta, pero sostenida mejora en el nivel de madurez de la seguridad de la información corporativa en la región, lo que certifica que muchos de los esfuerzos para promoverla son eficientes”.
Presupuesto, clave en protección
En cuanto a los presupuestos para la seguridad, casi 50% de los encuestados afirmaron que su presupuesto para dichas actividades se incrementó entre 1% y 10%. Estos datos demuestran que cada vez se adquiere más conciencia sobre la importancia de la seguridad de los datos en los negocios, y de que un incidente podría comprometerlos seriamente. Por otro lado, solo 9% de los encuestados afirmó que su presupuesto aumentó más de 20%, mientras que para 18% de ellos, se redujo respecto a 2014.
La opinión
Camilo Gutiérrez
Security Researcher de Eset Latinoamérica
“Lo mejor es que los índices estuvieran más bajos, pero es aceptable y hay que seguir trabajando en estos temas para garantizar seguridad”.