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Desde entonces, es indiscutible el boom que ha vivido el mundo del deporte, y de la salud y bienestar en general. Un boom que, en parte, se lo debemos a compañías como Fitbit o Nike+.
¿Quién no quiere dormir mejor, hacer algo de ejercicio y, en general, sentirse un poco mejor? Las tecnologías de vestir (wearables) sirven de gran ayuda. Fitbit presentó esta semana sus dos últimas novedades de producto, que complementan un portfolio que ya cuenta con ocho gadgets.
Los dos últimos modelos, la pulsera inteligente Alta y un híbrido entre pulsera y smartwatch llamado Blaze, llegan con correas intercambiables de varios colores, con alternativas también de cuero y metálicas. “Ponte en forma con estilo”, reza el eslogan del Fitbit Blaze.
El movimiento de Fitbit confirma la aproximación del entorno wearable al mundo de la moda. Un camino que ya han iniciado otros fabricantes como Huawei o Samsung, con su reloj Gear S2. Por su parte, está previsto que marcas de moda como Fossil, Emporio Armani o Michael Kors lancen este año sus propios wearables. “Son muchos los jugadores que han entrado en este negocio; también son muchos los que se han ido”, indicó Conchi Sánchez, country manager de la compañía en España.
Pese a la elevada competencia, el posicionamiento de Fitbit sigue siendo claro: de entre todas las funcionalidades de sus gadgets, el protagonismo se lo llevan las utilidades de monitorización de la actividad física.
“Ofrecemos los dispositivos más compatibles del mercado”, dijo Sánchez, en clara referencia al entorno iOS. “¿Y si cambias de móvil? No pasa nada, porque Fitbit es compatible con más de 200 móviles y tabletas, y con cualquier PC o Mac. Nuestra misión es ayudar a todo tipo de personas a llevar una vida más sana, no imponerles limitaciones”.
