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Couchsurfing es un servicio donde los anfitriones no cobran por la estadía
Después de los pasajes, el alojamiento suele ser el segundo mayor gasto a la hora de viajar a destinos lejanos. Existen servicios como Airbnb que permiten conseguir un lugar donde quedarse de forma barata, pero existe uno que va aún más lejos y permite encontrar un lugar donde dormir de forma gratuita.
Couchsurfing es el servicio de hospedaje y a la vez red social fundada por Casey Fenton y Dan Hoffer en 2003 como una organización sin fines de lucro. El 3 de mayo del 2011 se convirtió en una empresa y paso a estar administrado por Patrick Dougan, su actual CEO y CFO. En principio el servicio es gratuito, pero para mandar más de 10 mensajes por semana en busca de alojamiento es necesario pagar una tarifa mensual. También es posible obtener tres meses de usuario verificado al alojar a alguien mediante la plataforma.
Para registrarse, es necesario completar los datos del perfil, incluyendo intereses, habilidades que pueden enseñar, música, libros y películas favoritas y fotos de la persona y del lugar que ofrecen, si es que tienen.
Luego, los miembros pueden buscar hospedaje o coordinar una reunión con otros filtrando parámetros como ubicación, edad, sexo, intereses, disponibilidad, idioma y, por supuesto, el tipo de alojamiento. Otra opción que brinda Couchsurfing es la de publicar el plan de viaje para recibir ofertas. Si bien es un servicio relativamente informal y los anfitriones tienen prohibido cobrar por el alojamiento, la duración, naturaleza y términos de la estadía se coordinan por adelantado.
La principal medida de seguridad de la plataforma, más allá de la verificación de los usuarios, es su sistema de recomendaciones. Tras quedarse con alguien o alojar a una persona, los miembros pueden recomendarlos como huéspedes o anfitriones.
En Buenos Aires, por ejemplo, hay 81.000 anfitriones; en Barcelona, 62.000 y en Hong Kong 44.000. Es cuestión de encontrar a alguien con gustos parecidos y hacerse amigo. La plataforma impulsa que sus usuarios aprendan cosas nuevas el uno del otro, pero saber cocinar y caer simpático puede ser suficiente para conseguir alojamiento en otra parte del mundo.
