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La inteligencia artificial ayuda con el aprendizaje, asiste en redacción, mejora los textos, adapta cursos y aseguran la originalidad
Diversas perspectivas y enfoques pueden ser utilizados para definir la inteligencia artificial, IA, pero también podría ser netamente una explicación matemática de procedencia científica o totalmente filosófica con palabras refinadas e ignotas. Como resultado, habrían que faltar minutos, horas, o mejor, hojas para describir la enorme variedad de argumentos existentes.
“Disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realizan la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”, es la definición de inteligencia artificial, según la Real Academia Española, RAE.
La tecnología emergente de la inteligencia artificial está modificando diversos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo el ámbito educativo. En el ámbito universitario se destacan cinco IA, las cuales son ChatGPT Khan Academy, QuillBot, Gemini y Grammarly. La IA tiene el potencial de mejorar significativamente la calidad del aprendizaje y la experiencia de los estudiantes, sin embargo, tiene retos y puntos negativos a considerar.
Una de las principales ventajas de la IA en la educación universitaria es su capacidad para personalizar el proceso de aprendizaje. La IA puede examinar la información de los estudiantes, incluyendo sus preferencias, puntos fuertes y áreas de mejora, así como su ritmo de aprendizaje, para así ajustar el contenido y los métodos de enseñanza a las necesidades específicas de cada uno.
Además, ofrece el beneficio de automatizar tareas administrativas, lo que facilita a los docentes la gestión del trabajo, permitiéndoles ahorrar tiempo y recursos en actividades repetitivas y monótonas, como la corrección de exámenes y la organización de horarios. Aunque la IA ofrece beneficios, también presenta desafíos y preocupaciones que deben abordarse.
“Las nuevas metodologías despiertan en algunos educadores la sensación de que pueden ser reemplazados. En el caso de los estudiantes hay una mayor apertura de la IA”.
“Ninguna universidad puede negarse a incorporar la IA en sus procesos educativos. Porque los estudiantes lo harán por ellos, de manera poco segura”.
Uno de los principales problemas es la protección de la privacidad y seguridad de los datos de los estudiantes. Álvaro Montes, director de IA Colombia en Prisa Media, menciona que “no es estricta la privacidad de datos, pues no está garantizada. Hay casos de hacking sobre datos de instituciones educativas”.
Es crucial que tanto los educadores como los proveedores de tecnología implementen medidas para salvaguardar esta información y evitar su uso indebido o la suplantación. Otro desafío muy importante en el ámbito educativo es la falta de comprensión y confianza en la IA, ya que tanto educadores como estudiantes pueden sentirse inseguros o reacios a utilizar estas tecnologías en el aula.
Por ello es fundamental proporcionar formación y apoyo adecuados para facilitar el entendimiento y la aplicación efectiva de la IA. Según Víctor Solano, consultor en comunicación y educación digital, “también está el temor de los educadores ante la presunta amenaza a la autonomía y al valor de la experiencia docente tradicional”.
En Colombia, aunque hay varias IA de uso gratuito, la más común en los universitarios es ChatGPT, pues también es la herramienta que más está en evolución. Actualmente ya se encuentra en su versión GPT40.
