MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Se ha llegado a pensar que esta nueva tecnología se pueda usar en guerras. Actualmente existen IA que son capaces de desligarse de las decisiones de su creador
La inteligencia artificial ha llegado a la sociedad para revolucionar las tareas rutinarias de las personas y las empresas. Ante ello se ha debatido sobre la ética y las normativas que tendrán estas nuevas tecnologías.
Incluso, se ha llegado a especular que esta nueva tecnología se pueda usar en guerras. Según el ‘Retos para la regulación jurídica de la inteligencia artificial en el ámbito de la ciberseguridad’, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México, “el armamento de IA es inevitable y aunque no se ha logrado alcanzar un consenso para su empleo, tal vez resulte más sencillo acordar valores que políticas para su control”, pero también deja claro que muchas veces un papel no es suficiente para evitar el mal uso de estas tecnologías.
Otro de los desafíos en la regulación de esta tecnología es la responsabilidad, ejemplo de ello son los vehículos autónomos cuya operación podría resultar en un choque con otro automóvil. Este es el problema con una inteligencia artificial que pueden desvincular sus decisiones de su creador, pues la IA no posee una personalidad jurídica reconocida, ni derechos u obligaciones legalmente establecidos, lo que hace imposible exigir a un robot que asuma responsabilidad por los daños que pueda ocasionar.
“No solo desde la regulación, sino desde el desarrollo, podemos decir que esta tecnología se está reinventando todos los días, lo que dificulta así misma una regulación específica y una regulación específica”, dijo Óscar Coy, experto en derecho laboral.