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Atuendos tradicionales para un look corporativo han perdido relevancia con la virtualidad que ha impuesto la crisis sanitaria
El outfit para trabajar ha cambiado. La nueva normalidad que ha venido imponiendo y acelerando la pandemia del covid-19, como el teletrabajo, ha hecho que hoy en día las personas vayan modificando sus atuendos tradicionales propios de los escenarios de oficina o formalidad del trabajo físico.
Los zapatos formales como mocasines y los tacones en el caso de las mujeres, por ejemplo, han quedado obsoletos. La tendencia es utilizar calzado casual como tenis o incluso, en el teletrabajo, zapatos de casa, pues hoy en día estos han quedado fuera de vista.
Otro de los accesorios que han disminuido su uso son las corbatas. Este, que había sido el accesorio por excelencia de la elegancia en los hombres y la prenda insignia de los trabajadores, ha dejado de ser pieza indispensable de presentación.
Aunque su reemplazo ya venía dándose desde antes de la pandemia por prendas más casuales, la verdad es que hoy en día se ve como una prenda exagerada para teletrabajar, por lo que puede pasar de ser indispensable, a volverse pieza icónica para ocasiones especiales.
Otra prenda que quedará en el olvido, por lo menos en el teletrabajo, son los ‘trench’. Este tipo de abrigos largos pueden tornarse innecesarios e incómodos a la hora de trabajar.
Y es que según expertas en imagen como Daniela Castro, esta nueva tendencia en moda también corresponde a las afectaciones emocionales que ha venido generando el aislamiento social por la pandemia, pues las personas han entrado en una zona de confort, donde la perfección de la imagen ha quedado en un segundo plano.
Este concepto de estilo más informal, también ha hecho que accesorios ‘fuera de la pantalla’ como las mancuernas para hombres, desaparezcan. Así mismo, los relojes de pulseras, que han otorgado imagen a los hombres, han pasado ya desapercibidos por la virtualidad.
En cambio, accesorios de mujeres como aretes y cadenas, tomarán más relevancia, al tornarse más visuales en pantallas.
La corbata ya no es requisito
Esta prenda que acompaña muy bien la camisa, no abriga ni protege de nada, se limita a lo estético. Expertos han señalado que incluso, es propagador del covid al estar cerca de la cara.
Mancuernas para hombres
La mancuernas, utilizadas para ajustar las mangas de los hombres, son estéticos. Por lo que con la pandemia ha bajado el interés de perfeccionar esa parte de la camisa y mejor, ser más relajados.
Mocasines y tacones, al olvido
Los mocasines como los tacones, han quedado fuera de moda. El primero ayudaba a completar un outfit elegante mientras que, en el caso de los tacones, la altura ha dejado de ser relevante.
Relojes de pulseras
Este tipo de accesorios de lujo que brindan elegancia, con la virtualidad han perdido importancia, pues son objetos muy visuales. Así mismo, revisar la hora se hace a través de gadgets.
Los trench o sacos largos
Los abrigos largos son prendas presentables, ideales para la vida en oficina. Pero con la pandemia, la tendencia es abrigarse con sacos informales y dejar el estilo para el retorno a la oficina.
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