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Alonso Hurtado del Águila llegó a Popayán a inicios de siglo XVII y de él descienden muchos personajes destacados de la vida en el territorio nacional
La búsqueda tuvo otros frutos. Con la expedición de la Ley 12 de 2015, que otorgó la nacionalidad española a sefardíes originarios de España, aprobada por el Congreso de Diputados de ese país, se dio uno de los hallazgos más particulares que se recuerden en la genealogía colombiana: el apellido Hurtado del Águila.
En la búsqueda para obtener el pasaporte español, cuyo plazo finalizó en octubre de 2019, hubo 28.214 colombianos que realizaron el trámite (el segundo país de América Latina en solicitudes detrás de México). Muchos de ellos se fundamentaron en el apellido Hurtado para obtener el documento y fue ahí cuando la pesquisa llegó hasta la figura de Alonso Hurtado del Águila (1575-1646). Lo más particular es que se descubrió que una buena parte de la clase política, empresarial y cultural del país desciende de él.
Alonso fue hijo legítimo de Alonso Hurtado y Ortega y Ana del Águila, naturales de Toledo (España). Llegó a Popayán como encomendero a inicios del siglo XVII y emprendió una destacada carrera como comerciante. Además, fue alcalde en cuatro oportunidades entre 1629 y 1642 y procurador general en 1631.
Así lo registran fuentes como los Documentos para la historia social de Popayán en el siglo XVIII, donde se consigna que: “Durante la generación posterior a 1610, Alonso Hurtado del Águila fue el comerciante más importante de Popayán. Hurtado era nativo de Toledo en la Nueva Castilla. Había venido desde Cartagena a Popayán donde su prestigio comercial había sido aumentado por dos matrimonios que lo ligaron a las influyentes familias Figueroa y Mosquera. Su socio Diego Daza, originario de Medina del Campo, era también su yerno. Además de sus actividades mercantiles, Hurtado fue corregidor de los naturales y sirvió en dos ocasiones como lugarteniente de Popayán”.
Y es precisamente en esas uniones conyugales en donde radican las claves para encontrar sus descendientes que, solo por citar lo ocurrido durante los dos últimos siglos, tuvieron y tienen un destacado papel en la vida nacional. Alonso Hurtado del Águila se casó la primera vez en Popayán, a comienzos de la segunda década del siglo XVII, con Ana de Aranaz y tuvieron cinco hijos: Antonio (casado con Magdalena de Figueroa y Vergara), José (casado con Juana Lasso de la Vega, hija de Garcilaso de la Vega), Francisco (maestro, no tuvo descendientes), María (casada con Diego Daza Ladrón de Guevara en primeras nupcias y con Sebastián Guerrero Jaramillo, en segunda unión) y Alonso.
Alonso Hurtado del Águila contrajo segundas nupcias con Inés de Mosquera y Figueroa (hija del capitán Francisco de Mosquera, conquistador del Perú). De esta unión nacieron Agustín (presbítero), Diego Ignacio (fallecido en España), Ana (casada con el capitán Melchor Jacinto de Saa y González) y Luisa (casada con Diego Tamariz de Góngora. No tuvo sucesión).
“Me contactaron como genealogista para hacer ese trabajo con los Hurtado del Águila. Empecé a tender esas ramas y a conectar gente y me encontré con buena parte de la clase empresarial, política y cultural de este país. Fue algo muy particular saber que de este personaje descendían tantos colombianos destacados”, dijo el genealogista Germán Pino Arboleda.
De igual manera lo consigna el académico y genealogista Miguel Wenceslao Quintero Guzmán, en su investigación Los Hurtado de Toledo en la Antigua Gobernación de Popayán (publicado en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, 2015), “los Hurtado tuvieron un importante papel en la formación de la élite de la Nueva Granada, hoy Colombia. En el siglo XIX, seis presidentes de la naciente República, don Joaquín y don Tomás Cipriano de Mosquera y Arboleda, don José María Obando, don José Hilario López Valdés, don Manuel María Mallarino Ibargüen y don Carlos Holguín Mallarino, todos originarios de la antigua Gobernación de Popayán, llevaron en sus venas sangre de esta familia”.
Fue así como con del tronco familiar de Alonso Hurtado del Águila, en sus dos uniones, se empezaron a destacar con los años muchos de sus descendientes, primero en el Nuevo Reino y después en la República de Colombia.
Estos son algunos de los notables descendientes con reconocida importancia en la vida política, económica y social del país a quienes ya en los siglos XIX y XX Popayán se les quedó pequeña y migraron a Cali y Bogotá para buscar su futuro. Así se relacionaron con familias de esos lugares y dieron paso a cientos de personajes destacados. (Ver gráfico)
También hubo matrimonios relevantes como el de Clara Sierra Cadavid con Enrique Reyes Angulo, siendo este descendiente de José Hurtado del Águila, y contando en sus descendientes directos al ganadero Lucas Caballero Reyes, quien fue esposo de la excanciller María Emma Mejía.
“Otros tantos descendientes de Alonso Hurtado del Águila, en su mayoría vienen de José, su hijo, como los expresidentes del Ecuador, Carlos Arroyo del Río y Sixto Durán Ballén; y el presidente encargado de Colombia, Carlos Lemos Simmonds. Además, los artistas Coriolano Leudo Obando, los hermanos Cárdenas Arroyo (Juan y Santiago) y Andrés de Santamaría. También miembros de los grandes emporios azucareros como Manuelita, Colombina y Riopaila Castilla descienden de ramas entrelazadas de los nietos de Alonso Hurtado del Águila a través de sus hijos José, María, Antonio y Ana”, agregó Pino Arboleda.
Hoy, cerrada la oportunidad de acceder a la ciudadanía española, por el ancestro sefardí, la puerta que está abierta por Portugal, a través del Decreto Ley 30A/2015. Esta disposición dice que la gran mayoría de los sefarditas descendientes de España son considerados, a su vez, descendientes de Portugal, pues tras la expulsión de España, en 1492, casi todos se refugiaron en territorio lusitano, de donde también fueron expulsados en 1496. Y además, esta Ley no tiene caducidad, como la española. Así, además de poder ingresar como ciudadanos al espacio Schengen, es posible que con las nuevas búsquedas de ancestros sefardíes se puedan encontrar otros importantes eslabones de la genealogía colombiana como el de Alonso Hurtado del Águila.
La importancia que tiene Popayán en la historia de Colombia
Lejos de una simple discusión de abolengo, Popayán tuvo una gran importancia en la Nueva Granada y en la posterior formación de la República. Su valía en la vida nacional se centra, entre otros aspectos, en que Popayán era la mitad del camino entre Bogotá y Quito. Su extensión como Departamento del Gran Cauca fue casi la de media Colombia y allí se fundó el Real Colegio Seminario San Francisco de Asís de Popayán (1643) que empezó a dar títulos universitarios y después se convirtió en la Universidad del Cauca, en el siglo XIX.
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