Alternativas de hospedaje más allá de hoteles que se pueden reservar para un festivo

Según el metabuscador de la industria turística Kayak, dentro de las preferencias de viajes que tienen las personas, las que se podrían convertir en tendencia son las escapadas cortas, los viajes flexibles y tener como prioridad la seguridad.

Para dirigirse en esta dirección se fortalecen como gran opción de alojamiento las alternativas a los hoteles tradicionales, como sus variaciones a boutique o eco hotel, hasta los poshtel, una fusión entre la tecnología, la elegancia y la jovialidad de un hostel.

Pero las opciones que más destacan, en especial para un viaje de pocos días cerca de la ciudad, son los que se encuentran al aire libre pero que mantienen el lujo, como los lodge, las casas rurales y los camping de primera categoría o en lo que ahora han mutado y toman cada vez más fuerza, los glamping, que desde su nombre se indica la relevancia del glamour en la experiencia de alojamiento; estos tienen diversas formas, pero la más común es un domo transparente que incluye distintas comodidades como un jacuzzi con visión a las estrellas.

La propuesta de valor de los glamping también radica en su practicidad, el no tenerse que preocupar por mucha logística, como lo explica Lina Maestre, una experta en cuanto a viajes se trata "Lo bueno del glamping es que uno tiene que preocuparse solamente por llegar…el resto, está todo ya arreglado para que lo único que demande nuestra atención sea aprovechar la experiencia al máximo", y Maestre resalta que en este tipo de hospedaje tiene "todo eso que al camping tradicional le suele faltar: la comodidad indiscutida, la seguridad más allá del clima, entre otros aspectos".

Algunos glamping a los que se puede ir desde distintas ciudades, son Bubblesky, Entre Ríos, Encubo y Lumbre Glamorous Clamping, el cual fue el primero en ser avalado por la Alcaldía de Salento, municipio donde se ubica, para reabrir con protocolos de bioseguridad, según aseguró una de sus copropietarias, Susana Restrepo.

Hace un año, el gerente del hotel Boutique Ecolodge El Nido del Cóndor Tomás Botero Vargas, había manifestado que el espacio solo llevaba un semestre de apertura y dada la pandemia se perdieron reservas en fechas de temporada alta.

Ahora cuenta que después de la reapertura los índices de ocupación han sido altos, “la gente buscó mucho este tipo de lugares y pudieron respirar un aire nuevo después de tanto encierro, tuvimos una gran ocupación desde la reapertura hasta las marchas y las protestas, eso fue un nuevo frenón fuerte para el turismo que ya habíamos intentado capturar” específicamente el de nivel nacional.

Este alojamiento ubicado en el Eje Cafetero ubica su nicho de mercado en residentes de ciudades como Pereira, Cali, Bogotá y Manizales, quienes acuden a espacios amplios y rurales donde no hay aglomeraciones, ya que deben funcionar con un aforo reducido y su terreno es amplio y al aire libre, en el caso de El Nido del Cóndor son 65 hectáreas del proyecto en las que se hospedan, máximo 10 personas en el mismo lapso.

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Además de la bioseguridad, otro aspecto transversal en esta nueva normalidad, es el teletrabajo, por ello también está contemplado en la oferta tener un ambiente optimo para desarrollarlo “tenemos un servicio de internet propio que montamos para brindar una buena velocidad” explicó Botero, al igual que se fortaleció la infraestructura para avistamiento de aves con torres y plataformas.

Este caso es solo una muestra de como muchos de estos servicios turísticos que lograron sobrevivir a la crisis ocasionada por las restricciones, se adaptaron y ahora están listos para recibir a personas que no se han atrevido a viajar pero que con el avance en la vacunación tienen la motivación de explorar nuevos espacios cercanos a sus hogares.

También es un momento ideal para realizar estos viajes de corta duración, ya que los precios han disminuido con el objetivo de motivar la demanda, en espacial la de residentes de zonas cercanas.