Así es la calle Ponzano, un destino en Madrid para los amantes de la buena cocina

En pleno corazón de Chamberí, la calle Ponzano se ha consolidado como uno de los destinos más diversos de la escena culinaria madrileña. Con una oferta que abarca desde tabernas tradicionales con más de un siglo de historia hasta innovadoras propuestas gastronómicas, esta arteria de la ciudad ha logrado fusionar la herencia culinaria con las tendencias más vanguardistas.

Cada rincón de Ponzano alberga una historia, un concepto y una pasión por la gastronomía que atrae tanto a los locales como a los visitantes. Desde sus orígenes como un enclave de tapeo popular, hasta convertirse en un foco de creatividad culinaria, Ponzano ofrece hoy un recorrido único donde cada bocado es una celebración de sabores, texturas y tradiciones, y refleja la evolución de Madrid como una capital gastronómica internacional.

Uno de los pilares históricos de la calle es Alipio Ramos, una taberna centenaria que se mantiene fiel a sus raíces, ofreciendo una cocina tradicional gallega de gran renombre. Fundada en 1916, Alipio Ramos sigue siendo un refugio para quienes buscan disfrutar de platos clásicos como el Pulpo con cachelos o los Torreznos, siempre acompañados de un buen vino de la casa.

Sin embargo, Ponzano no se ha quedado en el pasado. En 2013, el restaurante Sala de Despiece de Javier Bonet, con su concepto innovador de "barra de diseño", marcó el comienzo de una transformación radical de la calle. Este establecimiento, que combina la estética industrial con una propuesta gastronómica de vanguardia, impulsó la llegada de nuevos espacios que redefinen el concepto de tapeo y gastronomía casual. El éxito de Sala de Despiece no solo transformó la calle, sino que también inspiró a otros empresarios a abrir sus propios negocios en la zona.

Hoy en día, la calle ofrece una variedad de opciones. Por ejemplo, Fide, una marisquería de barra, combina el ambiente bullicioso de una cervecería con la frescura del marisco de calidad. Aquí, los comensales pueden disfrutar desde nécoras hasta gambas al ajillo, todo ello acompañado de una extensa selección de conservas que forman parte de la oferta gastronómica del local.

En la misma línea de tradición se encuentra Ponzano, un clásico del barrio desde 1986, que ha mantenido su compromiso con la cocina tradicional madrileña. Con platos como Callos a la madrileña y Huevos rotos con papada de cerdo ibérico, este restaurante continúa siendo un referente para los amantes de la cocina de la tierra, mientras que su menú del día, que incluye el popular Cocido madrileño, es ideal para quienes buscan una experiencia más informal.

Pero la calle no es solo para quienes aprecian la comida tradicional. Propuestas como Taberna Averías, con su enfoque moderno del vino y tapas clásicas, y Catarsis, un espacio creado por Larrumba Holding, demuestran que Ponzano también es un destino para quienes buscan una experiencia más sofisticada.

Catarsis, en particular, destaca por su concepto de coctelería, que se ofrece exclusivamente durante los fines de semana, convirtiéndose en un punto de encuentro ideal para los entusiastas del afterwork.

En el segmento de la alta cocina, El Invernadero de Rodrigo de la Calle se ha consolidado como uno de los grandes nombres de la gastronomía madrileña. Con una estrella Michelin y un enfoque en la cocina vegetal, El Invernadero ofrece menús degustación que exploran la esencia de los vegetales, llevando la gastronomía de temporada a un nivel de exquisitez. Su reconocimiento como el mejor restaurante de verduras del mundo subraya su papel de vanguardia en la escena culinaria global.

Para los aficionados a las carnes, Lana se ha hecho un nombre como uno de los destinos más exclusivos para los amantes de la parrilla. Con un enfoque en cortes de carne argentinos, la propuesta de Lana se distingue por su uso de la brasa y su cuidado en la selección de la carne, convirtiéndola en una de las opciones más celebradas de la calle.

Marabú, otro de los proyectos de Grupo La Máquina, es una de las propuestas más originales de la calle. Con su enfoque de "dinner show", combina gastronomía, música en vivo y entretenimiento, ofreciendo a sus comensales una experiencia integral que abarca desde platos como la Tortilla de patata hasta un Sándwich de cachopo de solomillo y aguacate, todo ello en un ambiente nocturno vibrante.

Aunque la calle se asocia principalmente con bares y restaurantes, también hay espacio para propuestas más informales como Rebel Café, un lugar de café de especialidad que, desde su apertura en 2017, ha sabido ganarse a los madrileños con su variedad de cafés y su oferta de desayunos y bollería artesanal.