Así se mueven las cifras de las ferias del libro más importantes de Colombia

Uno de los atractivos culturales más importantes en Colombia son las ferias y fiestas del libro que se celebran en diferentes ciudades durante lo corrido del año, sin embargo, cada una de ellas registra un comportamiento en cifras totalmente diferente.

LR comparó las ferias más importantes del país (Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Manizales) y encontró realidades interesantes. Por ejemplo, aunque en la Feria del Libro de Bogotá se invierten $3.500 millones menos que en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, el evento en la capital factura siete veces más.

Veamos las cifras en detalle. La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín este año destinó $6.000 millones para su realización y a su término los ingresos en ventas fueron de $3.146 millones, un movimiento muy diferente al que se registró en otras ciudades como Bogotá, en donde únicamente se invirtieron $2.500 millones en la Feria Internacional del Libro (Filbo), pero sus ingresos rodearon los $21.000 millones.

Según Diego Aristizábal, director del encuentro en la capital antioqueña, esta diferencia obedece a que “La Fiesta es un evento organizado por la Secretaría de Cultura y la Alcaldía de Medellín, lo cual le da un matiz diferente, es una filosofía justamente de fiesta que busca formar lectores y ciudadanos culturales”.

Reconoció que aunque a la organización también le interesa el tema de ventas de libros, “su prioridad es fomentar la cultura a través de actividades lúdicas, de espectáculos y de lectura que al final son las que más ingreso de público generan durante los siete días que dura el evento”, dijo.

La única cifra en la que ambos eventos muestran similitud son las de ingreso de personas, pues mientras a la Filbo llegaron 550.000 personas, a la Fiesta del Libro y la Cultura en Medellín asistieron 500.000, es decir, solo 50.000 personas menos. Sin embargo, hay que destacar que el primer evento dura 16 días, mientras que el segundo apenas siete días.

Sobre este tema, el presidente de la Cámara Colombiana del Libro, Enrique González, explicó que influye la calidad de los invitados que se tengan. “Quienes hacemos las ferias hemos aprendido una forma de llamar la atención de la gente para que se entusiasme y asista. Una de las cosas importantes para motivarlos es traer invitados de calidad, pues esto ayuda a que se animen mucho más”, dijo González.

Y agregó que “apostar por premios Nobel como John Maxwell Coetzee (Sudáfrica), Svetlana Alexiévich (Bielorrusia), Mario Vargas Llosa (Perú) o Jean-Marie Gustave Le Clézio (Francia) y generar relaciones entre la literatura y otras actividades relacionadas con gastronomía y música, son otros de los aspectos innovadores que han incentivado a grandes y a chicos para que se vinculen masivamente al evento y vivan una experiencia diferente”, dijo.

Este año, los únicos encuentros que apostaron por Premios Nobel fueron la Filbo y Ulibro, la feria de Bucaramanga, que pese a tener un presupuesto menor ($750 millones), cada año se consolida como otra de las más importantes del país. Por ejemplo, en esta edición recibió a la Nobel de Paz estadounidense Jody Williams, quien le dio mucho más valor a la edición celebrada entre el 28 de agosto y el 2 de septiembre pasado.

Según Érika Suárez, directora de Ulibro, desde hace 15 años el evento se ha convertido un proyecto de toda la región, cuyo objetivo principal siempre ha sido promover la cultura y el hábito de la lectura.

“Este año, Ulibro generó ingresos por $520 millones aproximadamente”, detalló Suárez. Esta cifra es un poco más de seis veces lo que prevé recaudar otra de las ferias clave del país, la de Manizales, donde la meta de venta es de $80 millones, evento que tiene un día más que la Ulibro y que se hará a finales de mes.