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La naviera tiene a disposición más de 1.200 pantallas en el barco.
Sin importar la hora del partido, desde muy temprano, en cualquiera de los 14 pisos con los que cuenta el crucero Monarch de la naviera Pullmantur, se pueden encontrar decenas de personas con la camiseta de la Selección Colombia.
En la ruta que cubre el recorrido de Antillas por el Caribe, que zarpa los viernes desde Ciudad de Panamá y los sábados desde Cartagena, más de 50% de los viajeros son colombianos que quisieron experimentar la oferta de la empresa de vivir la experiencia de ver el Mundial de Rusia 2018 en alta mar con 1.208 pantallas a disposición, contando las que hay en las cabinas, 10 horas de ‘pool party’, entre otros servicios.
El movimiento producto de las duras condiciones climáticas o de la marea en algunos tramos de la ruta pasan a un segundo plano cuando en el teatro del Monarch se dan cita cerca de 1.300 colombianos para ver los partidos de los dirigidos por José Pékerman.
A 50 kilómetros de la costa y a una distancia de 38 kilómetros por hora, como si se tratara de un partido en el Metropolitano de Barranquilla, los aficionados lucen su camiseta y hacen sonar sus vuvuzelas en el preámbulo de cada partido. El bufé del barco también se une a la fiesta pues desde la noche anterior enfrenta entre su oferta gastronómica el sancocho colombiano ante el zurek polaco o el plato típico del país al que enfrente la Selección.
Eso sí, si alguien no quiere esta opción, los comensales pueden disfrutar de un menú creado por el chef Paco Roncero en uno de los restaurantes del buque.
Los lujos servicios de entretenimiento que ofrece la embarcación como su piscina, sus tiendas, restaurantes, spa, biblioteca e incluso su cancha de ‘futbolito’ se desocupan rápidamente a la espera del pitazo inicial de los partidos de Colombia, pues los turistas se contagian de la ‘fiebre’ amarilla y van a busca un lugar en frente de las pantallas.
Globos, banderas, sombreros vueltiaos, ponchos y pintura se convierten en protagonistas en cada transmisión, nadie se lo quiere perder.
Mas porque en el teatro el personal de la empresa ofrece un show antes del inicio, en el entretiempo y al final de cada partido. Todo el espectáculo, que también se siente en la cubiertas, en los bares y en el casino, está acompañado de mojitos, piñas coladas y cervezas, los tragos favoritos de los visitantes de acuerdo con Pullmantur.
En el caso del partido ante Polonia del domingo pasado, quien no se contagió de esta fiebre fue el capitán del crucero, Arkadiusz Branka, el único polaco a bordo durante el juego entre estas dos selecciones. Aunque Polonia no es un país reconocido por ser futbolero, Branka dijo a LR que le gusta seguir los encuentros de su seleccionado, pese a que los resultados no sean favorables.
Sin embargo, el capitán manifestó que en este caso la derrota y eliminación de su país no era tan mal negocio en este caso, teniendo en cuenta que su objetivo siempre es tener a todos sus pasajeros felices y brindarles una experiencia única e inolvidable.
Esto lo han sentido centenares de colombianos como Juan Pérez, de Medellín, quien por estos días viaja a bordo del Monarch acompañado de su familia.
“Aunque no se pudo ir a Rusia, esta es una muy buena forma de enviar todo nuestro apoyo, pues se trata de una experiencia que no se nos olvidará nunca, sin importar el resultado o hasta donde llegue, pues podremos decir en unos años que vimos el Mundial a bordo de un crucero con casi 2.500 personas”.
En total, se retransmiten 5.760 minutos de fútbol y se hacen 80 horas de entretenimiento futbolero para pasajeros de 20 nacionalidades. Uno de ellos es Ricardo Vita, de Argentina, quien viaje con su esposa y dijo que esta “ha sido una gran iniciativa de Pullmantur por unir a todos los amantes del fútbol de la región.
Por estos días todos los latinos nos damos aliento entre nosotros mismos y la rivalidad queda en un segundo plano. Nos alegramos por la victoria de Colombia porque cuando ha jugado Argentina, los colombianos también alientan a los nuestros”.
Esto muestra que la fiesta del fútbol se puede acompañar del lujo en las vacaciones pues aún quedan tres viajes por zarpar.
Fuegos artificiales, noches de discoteca, grandes celebraciones y hasta lanzar globos de papel marcan la llegada del próximo año
Cada vez es más común encontrar comunidades de viajerosque buscan nuevas experiencias. Desde rituales centenarios hasta costumbres contemporáneas, cada país tiene su propia forma de vivir estas fechas