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El pasado verano, Barcelona ya acogió el inicio de La Vuelta Ciclista a España, que regresó a la ciudad tras once años de ausencia
Si en 2023 la capital catalana acogió la etapa inicial de La Vuelta, en septiembre será el turno de la Copa América de vela, y esta apuesta se mantiene con la competición ciclista gala.
"Barcelona ha vuelto". Es el mensaje que proclama, con mucha insistencia, el alcalde, Jaume Collboni (PSC). Este lunes, se cumplió un año de su investidura, donde el deporte se ha convertido en una de sus apuestas estratégicas.
Así lo prueba el anuncio, hecho público este martes, de que la ciudad acogerá tres etapas del Tour de Francia de 2026, entre ellas la inicial. Han sido necesarios seis años de negociaciones para conseguir acoger la 'Grand Départ'.
El Tour ya había pasado por Barcelona en 2008. Entonces, se repartieron por toda la ciudad banderas de color amarillo, el que simboliza el maillot de la competición deportiva, y también se instalaron bicicletas estáticas. Sin embargo, la lluvia deslució la ceremonia.
El pasado verano, Barcelona ya acogió el inicio de La Vuelta Ciclista a España, que regresó a la ciudad tras once años de ausencia. Entonces, acogió dos etapas.
Collboni ha considerado que acoger la 'Grand Départ' del Tour es un "gran anuncio" que "confirma el papel de Barcelona como capitalidad del deporte, en beneficio de Catalunya, de España y de Europa".
A este evento, se suma la Copa América de vela, que arrancará en septiembre, y también una exhibición de Fórmula 1 en el Passeig de Gràcia, coincidiendo con el campeonato que tendrá lugar este fin de semana en el Circuit de Montmeló, que a partir de 2025, pasará a estar gestionado por la Fira.
Se trata de un evento que está provocando muchas críticas ya que, según sus detractores, es un sinsentido dar a los coches de competición uno de los espacios públicos más emblemáticos cuando la ciudad está desincentivando el uso del vehículo privado en el centro.
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