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La capital del Atlántico superó a Panamá y Puerto La Cruz, en Venezuela; además ya había sido organizadora de los juegos en 1946, mientras que Medellín los albergó en 1978 y Cartagena en 2006.
Con Barranquilla como anfitriona, Colombia vuelve después de 12 años a recibir una de las citas más importantes del deporte en Latinoamérica.
El director de Coldeportes, quien sustentó las garantías del Gobierno Nacional dijo en la ciudad mexicana: “Logramos nuestro objetivo porque se presentó una propuesta sólida basada en las experiencias que ya hemos tenido como organizadores de grandes eventos deportivos. Estamos preparados para recibir los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 en Barranquilla”.
Por su parte, la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, también reafirmó su compromiso con la cita deportiva del ciclo olímpico manifestando: "Tengan la seguridad que este es un sueño de ciudad, de región y de país. La principal garantía es la credibilidad y confianza de nuestra propuesta. Porque hay una ciudad completa comprometida”.
Noguera también enfatizó en que la ‘arenosa’ es la casa de la Selección Colombia y que allí se realizan eventos deportivos de élite mundial contantemente.
“Fuimos subsede del mundial de fútbol Sub-20 en 2011. Tenemos experiencia en realizar grandes eventos. Cada año recibimos a miles de turistas en el Carnaval y fuimos la casa de la Selección en las eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014", resaltó.
A fines del 2018, la Puerta de Oro de Colombia recibirá los juegos del área en su edición número 23 y para la época, las delegaciones encontraran una ciudad renovada, dinámica y con todos los argumentos que le permitirán lucirse en el concierto del deporte internacional.
El certamen costará 170 millones de dólares, los cuales serán necesarios para construir y remodelar la infraestructura deportiva, adecuar la ciudad, vestirla de lujo, ofrecer garantías, preparar los programas recreativos y culturales, recibir las 32 delegaciones, organizar los 35 campeonatos y abrir las puertas al turismo que generan los juegos.
Al lado de Barranquilla se prepararan Tubará, Luruaco, Puerto Colombia, Soledad y Sabanalarga, también vinculadas al proceso organizativo como subsedes de los juegos.
El camino a ser sede
En seis meses de trabajo Barranquilla preparó documentos, garantías y obtuvo el respaldo del Gobierno Nacional para conseguir la sede de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Primero, convenció al Comité Olímpico Colombiano sobre su capacidad para albergar el certamen en disputa con Cali y obtener su inscripción ante Odecabe.
Autoridades de gobierno y del deporte barranquillero prepararon las sustentaciones técnicas, deportivas, administrativas y financieras en una serie de reuniones con Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano.
Sus fortalezas en la transformación social y económica, su propuesta innovadora con argumentos técnicos y financieros en deporte, infraestructura y cultura y el respaldo gubernamental, fueron el soporte que convenció a (Odecabe) sobre las ventajas de Barranquilla para realizar un certamen acorde con los estándares internacionales.
Y es un negocio más a sumar a otros tantos que ya atesora como su cadena hotelera MIM en Ibiza, Mallorca o Andorra, entre otros lugares