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En la fiesta una de las industrias que más se mueve es la hotelera con ingresos de más de $7.600 millones durante los cuatro días principales
El Carnaval de Barranquilla es una de las fiestas culturales más grandes del país, reúne expresiones culturales de la región atlántica que llevan años pasando de generación en generación y fue declarado ‘Obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad’ en 2003.
Por eso, a pesar de que “para muchos el Carnaval es solo una fiesta, detrás de estas celebraciones se encuentran cifras económicas que representan mucho para la Ciudad y el Departamento, sin olvidar que es una ventana de visibilidad nacional e internacional que invita al mundo a visitar nuestro territorio tanto para revisar opciones para invertir, como para turismo”, aseguró Ana María Badel, directora de ProBarranquilla.
Nada lejos de la realidad entendiendo que estas festividades cuentan con 35.190 artistas, más de un millón de asistentes y 9.720 músicos que permiten que en la ciudad se muevan más de $308.219 millones entre el sábado de la Batalla de Flores y el martes de la Muerte de Joselito. Los ingresos provienen de espectadores locales cuyo aporte es el 55,45% de la cifra, pasajes de entrada a la Ciudad con 22,84% del total, otro 15% que es dado por los ingresos en aeropuertos y terminales, el Gobierno Local, que aporta 2,95%, los patrocinadores 2,91% y los hacedores de las fiestas 0,64%.
Sobre las cifras, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, aseguró que “el Carnaval es un detonante económico que hace crecer la economía, deja empleo, trae turismo internacional y al mismo tiempo nos permite mostrar la mejor cara de la ciudad. Por eso estamos trabajando en hacer que el Carnaval se pueda vivir durante más de esos cuatro días y que sea una cultura de todo el año para que los visitantes de la ciudad puedan experimentar esta cultura y quienes viven de esto puedan seguir generando”.
Respecto a los visitantes, el carnaval lo disfrutan 972.843 personas, de las que 646.125 son locales y 326.718 son visitantes nacionales e internacionales cuyo gasto promedio es de $773.930.
En el caso puntual de los atlanticenses, 79,2% es de estratos bajos y gastan $241.778 en promedio durante las fiestas para aportar así 71,9% del gasto registrado por los locales en el Carnaval. La cifra equivale a $122.868 millones. En estratos medios el promedio es $322.283 y representa 19,6% del total, $33.529 millones; en los estratos altos su participación es de 8,5% y equivale a $14.481 millones con un gasto promedio de $452.391.
El sector que más se mueve es el de los licores servidos a la mesa con alza en ventas de 250% y al sector hotelero le entran $7.673 millones y la ocupación es de 94%.
La inversión de los locales y el trabajo detrás del espectáculo
Los hacedores del Carnaval son quienes se dedican a preparar los bailes, comparsas y presentaciones para visitantes y locales. Este grupo clave en el Carnaval hizo una inversión de $1.965 millones para la fiesta del año pasado. Ahora bien, uno de los principales atractivos son las carrozas que tardan seis meses entre diseño, elaboración y puesta en escena; tal tiempo se traduce en 410 horas de trabajo, con una inversión de $60 millones por carroza para tener ingresos por ventas de estas entre los $900 y $1.200 millones por año. De estas hay un promedio de 20 en el Carnaval y generan cada una de ocho a 10 empleos directos.
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