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El domingo por la noche, numerosos aficionados irrumpieron en varios puntos del Hard Rock Stadium para lograr ingresar a la final de la Copa América
La final de la Copa América entre Argentina y Colombia debía ser el ensayo general de Miami para el Mundial de la Fifa en Estados Unidos. Pero horas antes del inicio del partido, se desató el caos.
El domingo por la noche, numerosos aficionados irrumpieron en varios puntos del Hard Rock Stadium, treparon vallas de acero, se colaron por los conductos de ventilación y se abrieron paso por las puertas de acceso al estadio. Luego, la policía y los servicios de seguridad cerraron el recinto, dejando fuera a una multitud de angustiados hinchas con entradas, mientras los minutos para el puntapié inicial seguían su cuenta regresiva.
“Esto es una tragedia; no, es un caos total”, dijo Fernando Ugarte, de 67 años, que había viajado a Miami desde Buenos Aires con su familia, y pagado US$4.700 por entrada. Se quedó afuera del estadio tras intentar abrirse paso entre la multitud, pero se vio obligado a retroceder cuando la policía antidisturbios cerró de golpe las barreras de acero. “No sé cómo esperan hacer el Mundial porque claramente no saben cómo organizar nada”.
Los disturbios fueron la triste culminación de una Copa América que ya estaba empañada por la baja asistencia, una decepcionante actuación del equipo del país anfitrión y peleas en las gradas. El torneo de fútbol, que normalmente se realiza en Sudamérica, pretendía ser un escaparate para el Mundial de la FIFA, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá en 2026. El Hard Rock acogerá siete partidos.
El domingo por la noche, los organizadores retrasaron 1 hora y 15 minutos el comienzo del partido, mientras el personal del estadio, con el refuerzo de policías antidisturbios, comenzó a dejar entrar a los aficionados. Pero cerraron las barreras una y otra vez, mientras los fanáticos vestidos con camisetas de Colombia y Argentina se abalanzaban sobre las puertas.
El Hard Rock Stadium informó en un comunicado que duplicó con creces el personal habitual para prepararse para el partido, pero tuvo que cerrar las puertas para evitar “estampidas y lesiones graves” después de que hinchas descontrolados intentaran superar la seguridad. Tras volver a abrir brevemente las puertas, se volvió a cerrar el acceso porque el estadio estaba lleno, pese a que personas con entradas seguían afuera, según el comunicado.
La Conmebol, la federación sudamericana de fútbol que organiza la Copa América, había dicho en X antes del encuentro que “las personas que no cuenten con tickets no podrán ingresar al estadio” y que no se permitirían fiestas para mirar el partido en los estacionamientos.
Minutos antes de que comenzara el encuentro, Santiago Giraldo se quedó fuera con su esposa, abatido. Habían volado desde Colombia para ver el partido, lo que les costó mucho dinero, y se apresuraron a llegar al estadio, solo para que les impidieran entrar.
“Voy a partidos en Colombia todo el tiempo y nunca había visto algo así”, se quejó. “Claramente, Estados Unidos no está preparado para la Copa Mundial”.
A medida que pasaban los minutos, miles de personas se agolpaban afuera, algunas con entradas que costaban miles de dólares, y resignadas a ver el partido en una pantalla gigante sobre la puerta sur del estadio.
Argentina venció a Colombia en tiempo extra por 1-0. Afuera, un policía respondió cuando se le preguntó qué estaba pasando: “Es un caos, puro caos”.
El partido de ida, jugado en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, resultó en un empate 1-1, por lo que se espera un partido movido e intenso
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