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Este es el máximo logro que recibe una atleta colombiana en toda la historia del deporte nacional.
La atleta antioqueña Caterine Ibargüen Mena escribió este martes la página más dorada del atletismo colombiano al ser elegida por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) como la Mejor Atleta Mujer del Año 2018.
Este es el máximo logro que recibe una atleta colombiana en toda la historia del deporte nacional, como premio a un año increíble, pero también a una trayectoria exitosas desde que se decidió por el triple salto, bajo la orientación del técnico cubano Ubaldo Duany.
“No puedo con las piernas, me están temblando ahora mismo, completamente feliz de estar aquí, aprovecho para dedicarle este premio a Dios, también a mi profesor Ubaldo Duany, que sin él no hubiera sido posible, a mi grupo de trabajo Global, a Colombia entera, a mi familia y de verdad que estoy supremamente feliz y no puedo hablar”, aseguró Caterine en el momento de recibir el premio.
En la ceremonia, a Caterine le preguntaron por el gran apoyo que recibió de los colombianos en las votaciones que llevaron a definir a las finalistas y la antioqueña destacó: “Es un país que vibra por lo bueno que hace, considero que es el apoyo a mi trabajo y se sienten reflejados en que soy una cara buena que muestra al país tan grande del que soy y el respaldo de Colombia no sólo aquí sino en toda mi carrera ha sido muy grande”.
El año que llevó a Caterine a este reconocimiento llegó luego de un bajón deportivo, pues en 2017 no pudo retener el título del Campeonato Mundial, que quedó en la venezolana Yulimar Rojas, así como la Liga Diamante, que se la entregó a la kazaja Olga Rypakova. Ese año generó un quiebre para bien en su carrera deportiva y llegar a este 2018 increíble.
Si bien parecía como un año de transición de cara a las clasificaciones para Juegos Olímpicos de Tokio que inician en 2019, Caterine aprovechó el 2018 para regresar a la élite internacional y no sólo lo buscó en el salto triple, también regresó por lo alto al salto largo.
Sin Campeonato Mundial en el calendario, la Liga Diamante apareció en el calendario como su principal reto, por eso ganó las cuatro paradas del año, en Shanghai (14,80m.), Oslo (14,89m.), Rabat (14,83m.) y París (14,83m.) así como la gran final de Zúrich (14,54m.), para ganar su Diamante habitual, el del triple salto.
Pero también se animó al salto largo y al día siguiente de competir en Zúrich, viajó a Bruselas para disputar la gran final de salto de longitud, en el que no era favorita, pero se hizo candidata y ganó. Su salto fue de 6,80 metros y conquistó su segundo diamante en una misma temporada, en la que también fue doble medallista de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, para completar un año redondo.
Por eso y por su trayectoria, la Federación Internacional de Asociaciones Atletismo (IAAF) la postuló entre las candidatas a Mejor Atleta Mujer del Año. El primer filtro era de votación abierta del público y Colombia la respaldó para llegar a las cinco finalistas, entre las que estuvo este martes en la gala de Mónaco, para confirmar que es la más grande de la historia del atletismo colombiano y ahora del mundo en 2018.
En los premios, además, fueron elegidos como promesas los juveniles Sydney McLaughlin de Estados Unidos, especialista en 400 metros con vallas, y el sueco Mondo Duplantis, de salto con garrocha, mientras que el mejor entrenador del año fue Joe Vigil.
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