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Las restricciones que llegaron junto con la pandemia también golpearon a estos espacios, pero sus administradores consideran que lo peor ya pasó
En este mes en el que la vacunación ha aumentado y varias actividades han retomado, los clubes sociales están en camino de su recuperación y retoman los servicios.
Al momento en el que el uso de estos complejos recreativos por parte de los socios estaba en niveles mínimos y se iniciaron las deserciones y paros en el pago de cuotas, las juntas directivas tuvieron que tomar medidas de contención, como en el caso del Club el Nogal, su presidente, Rafael Blanco Alviar, dijo que “en algunos meses de 2020 realizamos la disminución de 15% mensual en la cuota de sostenimiento y generamos alivios financieros para los socios”.
Por lo que actualmente se puede aprender de la crisis, Orlando Bustillo, presidente del Club de Cartagena considera que “el pilar, que ha mantenido al club en pandemia es la solidaridad de nuestros socios”. Por lo que ahora puede asegurar que el aspecto más positivo que dejaron los tiempos más complicados fue la actitud de aprendizaje los empleados, pues según Bustillo “entendieron la problemática, aceptaron que se tenían que reinventar, y adquirir nuevos hábitos de manufactura”, al desarrollar servicio a domicilio y mejorar las prácticas.
Ahora como meta fijada para lo que queda de este año es proteger la caja financiera, que aunque no hubo fuerte deserción sí se vio afectada, y es lo que garantiza resistir en el tiempo.
En otra región está el Club Campestre de Pereira “el aspecto más positivo que dejó la coyuntura fue digitalizar todos los servicios del club”, ya que se logro crear una aplicación por la que ahora se hace reservación de los servicios, garantizando el aforo de cada escenario.
Para el director de la Cámara de Clubes, Sergio Saldarriaga uno de los valores que más se pueden resaltar es la unión que se desarrolló entre este gremio durante los momentos más críticos de la pandemia. Saldarriaga, quien además preside el Club Campestre de Medellín indica que aunque está lejos de la normalidad, el sector se está recuperando.
Club Campestre de Medellín
Cuenta con dos sedes, Medellín y Llanogrande, la segunda gracias a la pandemia se ha fortalecido ya que en estos majestuosos terrenos de espacios abiertos está disponible la práctica de deportes como golf, tenis o ecuestre. Ya es posible realizar eventos como matrimonios con una capacidad de hasta 60 personas. Para motivar al regreso de los socios que se fueron, hay plazos amplios para ponerse al día en pagos.
Club El Nogal
Los eventos híbridos que se realizan incluyen, el Salón de Arte Joven, con inscripciones abiertas hasta agosto. El Foro de Presidentes y el Congreso de Responsabilidad Social, organizados por la Fundación El Nogal. En el ámbito cultural, un concierto del Trío Nueva Colombia. De carácter gastronómico, las “Tardes de tapeo y flamenco” donde asistió el embajador de España. Otra visita será la del cosmonauta ruso Fiódor Yurchijin.
Club Cartagena
Este club a lo largo de sus 129 años de existencia ha tenido aproximadamente 30.000 socios, en este momento todos sus servicios han vuelto a ser retomados como los de carácter deportivo, gracias a que se mantienen aforos máximos y que 85% de los empleados ya están vacunados. Teniendo en cuenta ese aspecto, en el mes de junio se lograron hacer más de 25 eventos que cuentan con la autorización de la Alcaldía.
Club Campestre de Pereira
El cronograma de eventos está sujeto a corto plazo y son de un formato más pequeño, como catas de café o clases de cocina, en vez de fiestas o actividades como bingos. Los servicios deportivos y gastronómicos están disponibles y actualmente están activas las vacaciones recreativas, y se inauguró un servicio de coworking, al igual que eucaristía y recorridos por los senderos ecológicos.
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