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En el mercado se encuentran diferentes referencias que permiten almacenar desde seis hasta 189 botellas de diferente tamaño
Las cavas de vino son la mejor forma de conservar las botellas en casa, ya que llevan una configuración específica para crear las condiciones exactas para la preservación perfecta.
Para el amante del vino, no hay decepción mayor que descorchar una botella que ha guardado durante años, en busca de la mejor ocasión para su consumo, y comprobar que el vino tan anhelado ha perdido sus mejores virtudes. Descartando que haya tenido algún defecto previo, es más que probable que el vino en cuestión haya sufrido las consecuencias de una conservación poco apropiada. Las cavas automáticas, como luego veremos, pueden ser la solución más sencilla para conservar el vino en las mejores condiciones y no sufrir estas desagradables sorpresas.
Reglas básicas para una buena conservación
Como la mayor parte de las bebidas, el vino es un producto perecedero. Pero, como su evolución dentro de la botella depende de un gran número de factores -que van desde la propia elaboración o la variedad de uva hasta las condiciones de guarda- el vino es también, paradójicamente, una de las pocas bebidas capaces de potenciar sus virtudes a lo largo de los años. Que pueden llegar a ser décadas, incluso.
Pero para que su sabor, aromas y complejidad se incrementen con el paso del tiempo, las condiciones de conservación deben resultar idóneas. La reglas básicas para conservar un vino en las mejores condiciones son sencillas:
Considerado estas condiciones, es fácil deducir que el vino jamás debe estar guardado en la cocina, ni mucho menos cerca de una fuente de calor, como puede ser una chimenea. Los garajes, trasteros y habitaciones climatizadas son una alternativa mucho más adecuada.
Cavas de vino automáticas, la mejor alternativa
Pero como la vida moderna muchas veces impide contar con espacios de estas características para la conservación del vino, la mejor alternativa para guardar esta bebida suelen ser las cavas automáticas (también llamadas cavas o vinotecas eléctricas). Un avance tecnológico muy apropiado que permite adaptar la mayor parte de las viviendas contemporáneas a la guarda del vino.
La ventajas que suponen estas cavas automáticas son muy amplias, porque están concebidas para mantener unas condiciones óptimas de almacenamiento, a través del control exhaustivo de factores como la temperatura o la humedad a través de maquinaria y herramientas tecnológicas.
Las opciones para cada necesidad
Actualmente, el mercado de accesorios para el mejor consumo y conservación del vino ofrece un amplio abanico de alternativas a la hora de escoger la cava automática más adecuada para cada necesidad. Empezando por la capacidad de almacenamiento. Las cavas más pequeñas permiten conservar desde seis botellas; mientras que las más amplias pueden alcanzar las 300 botellas de almacenamiento.
Las más grandes, desde luego, son más fiables para una buena conservación del vino. Y además, la mayor parte de ellas, permite programar distintas temperaturas dentro de la misma cava, lo que contribuye a distribuir de manera idónea las diferentes tipologías de vinos (tintos, blancos y espumosos, generalmente).
Entre las más pequeñas, una de las más solicitadas es Cecotec Vinoteca GrandSommelier 15000 Black Compressor, con capacidad para 15 botellas, iluminación interior por el sistema LED y estantes de acero inoxidable.
Mayor capacidad tiene la Vinoteca Klarstein, que permite albergar 39 botellas, también con iluminación LED y que ofrece la posibilidad de modular la temperatura en dos zonas (como las cavas más amplias), por lo que tanto tinos como blancos, espumosos e incluso cervezas pueden encontrar sus condiciones más adecuadas de conservación.
Entre las de mayor capacidad, hay que destacar el último lanzamiento de la compañía sueca ASKO: su cava modelo WCN311942G, que permite albergar hasta 189 botellas. Galardonada con el iF Design Awards 2021, esta vinoteca automática está considerada como un electrodoméstico "inteligente", gracias a una pantalla táctil que funciona como panel de control, puertas equipadas con cristales anti-UVA y tres temperaturas en el mismo cubículo. La integración con la plataforma Vivino -que cuenta con una gran base de datos sobre vinos del mundo- permite obtener toda la información sobre los vinos que se están conservando en la cava. Es, sin duda, la cava del futuro.
Y es un negocio más a sumar a otros tantos que ya atesora como su cadena hotelera MIM en Ibiza, Mallorca o Andorra, entre otros lugares
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