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En portales y apps populares entre los ciclistas aficionados han aparecido rutas que antes de la pandemia eran el lugar clave del ciclomontañismo y han abierto nuevamente
Realizar circuitos naturales generalmente a través de bosques, grandes paisajes, diversos climas, cuestas empinadas y descensos muy rápidos es la esencia del ciclomontañismo, catalogado como un deporte de esfuerzo, y con tendencia al alza en Colombia.
Además de los ciclistas profesionales, en otro tanto, están los aficionados que han visto en esta práctica una forma de conocer toda la geografía colombiana, la más remota, a través de ciclopaseos y travesías de ciclomontañismo. Por ejemplo, según Mtb Colombia, sitio dedicado a la difusión de esta modalidad deportiva, el Mtb, o deporte de ciclomontañismo, ha venido aumentando en los últimos cinco años más de 30% aproximadamente.
Así mismo, se han venido conquistando diferentes rutas para practicarlo.
En Cundinamarca, por ejemplo, se encuentra la ruta que va por el embalse La Regadera, la cual está llena de zonas boscosas. La ruta es ir desde la salida sur de la ciudad en ascenso hacia el páramo de Sumapáz que son aproximadamente 28 km, y luego hacia la laguna de Los Tunjos. Este recorrido exigente tiene una duración estimada de cinco horas.
Una segunda opción en Cundinamarca es ir desde el municipio de Suesca hasta la Laguna que lleva el mismo nombre, la cual es catalogada como la más hermosa del departamento por los ciclistas. Óscar Martínez Celis, ciclomontañista y creador de Mtb Colombia, explicó que se debe llegar a la entrada de la Roca de Suesca, y de ahí, se va hacía la laguna en una subida que duraría hasta cuatro o cinco horas, donde se encontrarán atractivos como los ‘Monolitos de Suesca’, que son grandes monumentos de roca.
En Boyacá, se encuentra una tercera opción de ruta, la cual parte desde el municipio de Ráquira. De ahí usted debe tomar la travesía de una subida empinada que lleva hasta el Monasterio La Candelaria, luego pasar por una carretera destapada y desierto, hasta Sáchica, para terminar finalmente en Villa de Leyva. Se gastaría 5 horas.
Otra en ese departamento es la que va desde el pueblo Guican hasta el Cocuy. Según Martínez, se emprende una subida con una altura de 4.000 metros sobre el nivel del mar hacia las cabañas kanwara. A partir de ahí, todo es destapado entre subidas y bajadas, pasando por la hacienda la Esperanza hasta el Cocuy.
Una última es en Manizales, que parte de ahí hacia la vereda El Gallinazo, que es donde comenzaría la carretera destapada y que pasa por los termales del Otoño. Y luego sigue una ruta en subida hasta la Gruta que pasa por los termales del Ruiz hasta la Laguna Negra.
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