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Puede costarle hasta $14 millones, dependiendo del corte y tamaño. Otras personas optan por la naturaleza o el arte
Despedirse de un ser querido siempre será un momento difícil, así como elegir qué hacer con las cenizas. Sin embargo, además del tradicional osario, en el mercado hay varias alternativas que van desde la joyería hasta la conexión con la naturaleza.
Una de las más llamativas y que roza con el lujo es convertir las cenizas en un diamante, el cual se podrá incrustar en unos pendientes, un anillo o mantener como dije.
En Colombia la compañía paisa Algordanza se dedica a esta práctica desde hace varios años con ayuda de un laboratorio en Suiza. El proceso puede durar entre cinco y 11 meses dependiendo el tamaño de la piedra y el corte que se desee.
“Hacer un diamante no es un proceso que se haga con cualquier máquina y Suiza es uno de los países que categorizamos a nivel mundial con las de mayor tecnología. Hemos hecho en bruto, sin corte, corte corazón o princesa”, destaca Liliana Ospina, gerente general de la compañía.
Hacer una inmersión de las cenizas a mar abierto también aparece en el listado. Memorias, es una de las empresas locales que se ha enfocado en este servicio, cuyo valor promedio es de $7 millones.
Para ello, transportan a los familiares de la persona fallecida en una embarcación y disponen las cenizas en una urna que tarda una hora en biodegradarse al hundirse en el mar.
“El objetivo es poder hacer algo más espiritual con las cenizas, relacionado con la naturaleza, dar vida después de la muerte y que no sea una ceremonia tan común. Es un manejo del duelo de forma alternativa”, destacó Sofía Martínez, vocera de la compañía.
Transformación a joyería
La opción de convertirse en diamante, además de poderse realizar con cenizas, también puede hacerse con cabello. El precio está entre US$3.900 y US$22.000, dependiendo el tamaño y el corte seleccionado. Para el procedimiento se necesitan 500 gramos de cenizas, además, dentro de la misma joya se pueden mezclar las de varios familiares “Al momento de la entrega el impacto ha sido demasiado grande, la gente siente que está con su ser querido”, explica Liliana Ospina, gerente de Algordanza.
Siembra de árboles
Convertirse en árbol es otra de las opciones luego de morir. Empresas como Grupo Gaviria disponen de las cenizas en parques naturales especializados, en el Amazonas, o en cerros cerca a la Represa del Neusa. Junto con el árbol, se disponen placas de plástico reciclado para hacer el tributo al ser querido. Mientras que para la siembra, se utilizan urnas biodegradables, para incorporarlas en la tierra sin tener contacto directo. Este procedimiento puede costar entre $2 millones y $4 millones.
Obras de arte o retratos
Otra practica menos utilizada, pero posible, es la utilización de las cenizas para elaborar obras de arte o retratos. Por un lado, se pueden realizar piezas de vidrio soplado, en forma de esfera, estrellas o corazones, en las que se incluyen colores y patrones personalizados. El costo de este tipo de objetos puede estar entre US$180 y US$250. Mientras que otros prefieren utilizar las cenizas como materia prima para elaborar pinturas, con la que posteriormente pueden crear retratos o paisajes en lienzos.
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