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La escritora tiene más de 20 obras en las que refleja sus vivencias y memorias más íntimas en el ámbito familiar, social y educativo
Esta mañana Annie Ernaux se convirtió en la primera mujer francesa en ganarse un Premio Nobel de Literatura, por lo que vale la pena recordar algunas de sus obras más emblemáticas.
La primera, sin duda, es su ópera prima Les Armoires Vides publicada en 1974, en la que cuenta la historia de una estudiante de letras, desde sus recuerdos de niñez y adolescencia. Y, según recalca The Nobel Prize, daría inicio a la investigación de su pasado.
A Man's Place (1992), su cuarto libro, es otro de los recomendados para conocer a la autora, pues a partir de su publicación se reforzó su entrada al mundo de las letras. La obra está inspirada de la vida de su padre, cómo mantuvo las riendas de su familia y su posición frente a la vida.
En su descripción cercana, Ernaux habla de la frialdad de su padre, y la importancia que le daba a los buenos modales y la educación. Un recorrido hasta el final de sus días en la Francia burguesa.
Por la misma línea de evocar su infancia se encuentra Une femme o A Woman's Story (1987) que está inspirado en su madre. La obra oscila entre la sociología, la historia y la ficción y muestra la historia de una mujer fuerte incluso con las adversidades sorteadas. Se habla también de la relación con el padre y la comunicación con ella.
Shame de 1996 podría ser la convergencia de las dos historias previas, pues cuenta a más detalle la convivencia de sus padres y cómo, en ocasiones, primó la ira y la violencia. “Mi padre intentó matar a mi madre un domingo de junio, a primera hora de la tarde”, es el primer acercamiento que tiene el lector a la narración.
Finalmente, no debe dejar por fuera Getting Lost (2022), su más reciente publicación, en la que a modo de diario narra sus vivencias durante año y medio, tiempo en el que mantuvo un amorío con un diplomático ruso casado. La historia está narrada sin filtros y llena de pasión entre sus personajes.
Más de 750 músicos estuvieron presentes en el festival, que se desarrolló en tres escenarios donde se ofrecieron actuaciones de rock, metal, ska, reggae y otros géneros