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Si solo se suman los precios de sus siete propiedades más valiosas, el patrimonio real inmobiliario supera los US$3.921 millones
De Buckingham Palace, en el centro de Londres, a Balmoral, en Escocia. De palacio en palacio, ¿a cuanto asciende la fortuna que hereda ahora Carlos III? Si únicamente se suman los precios (hipotéticos, pero de mercado) de sus siete propiedades más valiosas, el patrimonio real inmobiliario supera los 4.000 millones de euros (US$3.921 millones), según un estudio de McCarthy Stone, que estima la cantidad teniendo en cuenta el tamaño de las propiedades, el número de estancias que poseen y su ubicación, tres variables absolutamente privilegiadas en cualquiera de estas residencias con historia.
Buckingham Palace, 1.500 millones de euros (US$1.470 millones)
Construido a principios del siglo XVIII para el primer duque de Buckingham, John Sheffield, pasó a ser joya de la corona en 1762 cuando el rey Jorge III lo compró para destinarlo a vivienda privada, que no la oficial que se mantuvo en el palacio de St. James hasta 1837, cuando, tras una serie de ampliaciones, la reina Victoria lo convierte en la residencia de la familia real en Londres. En sus 77.000 metros cuadrados cuenta con 755 habitaciones a disposición ahora de Carlos III.
St. James Palace, 694 millones de euros (US$680 millones)
De ladrillo rojo, identidad arquitectónica propia de los Tudor, esta propiedad fue edificada entre 1531 y 1536 por orden de Enrique VIII, monarca absoluto que contrajo matrimonio en seis ocasiones (incluida con Ana Bolena), aunque un incendio en 1809 la destruyó en parte y fue reconstruida. Hasta su divorcio, el ahora rey y su primera esposa, Lady Di, vivieron en esta residencia. A escasos diez minutos a pie del palacio de Buckingham.
Windsor Castle, 670 millones de euros (US$657 millones)
La reina Isabel II acostumbraba a pasar los fines de semana en esta residencia, el castillo habitado más antiguo y grande del mundo situado al oeste de Londres, a una hora en coche de la City. Construido hace mil años por orden de Guillermo el Conquistador, fue hogar de 39 monarcas británicos. En su interior, varios apartamentos de estado, la capilla de St George (donde están enterrados diez reyes), la famosa casita de muñecas de la reina María y se puede visitar y contemplar hasta el vestido con el que, en 1953, la reina Isabel II subió al trono.
Kensington Palace, 645 millones de euros (US$632 millones)
Desde su boda, el ahora príncipe de Gales y heredero al trono británico vive con su familia en uno de los apartamentos (el 1A, con 20 habitaciones repartidas en cuatro plantas) de este palacio, donde también residió su madre tras su divorcio y hasta su muerte o la princesa Margarita, la hermana menor de la reina Isabel II. Fue diseñado por Christopher Wren, el arquitecto de la catedral de San Pablo de Londres, la segunda más grande del mundo solo por detrás de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Clarence House, 345 millones de euros (US$338 millones)
Vecina del palacio de St. James (comparten jardín), en la calle que une el palacio de Buckingham con Trafalgar Square, esta residencia donde vivía el hasta hace unas semanas príncipe de Gales y su esposa Camila de Cornualles se construyó entre 1825 y 1827 para Guillermo IV, entonces duque de Clarence, que habitó esta mansión hasta su coronación. En esta vivienda real nació Ana, la segunda hija de Isabel II.
Hillsborough Castle, 81 millones de euros (US$79 millones)
La residencia oficial del Gobierno de Irlanda del Norte es también la de la realeza británica cuando visita el territorio. Una casa de campo georgiana del siglo XVIII, con imponentes jardines, que perteneció a la familia Hill, marqueses de Downshire, hasta hace ahora justo 100 años, cuando el séptimo marqués de Downshire vendió la mansión y sus terrenos al Gobierno británico.
Balmoral Castle, 69 millones de euros (US$67 millones)
La vivienda de verano de la reina Isabel II (donde murió su majestad) es la residencia oficial de la corona en Escocia desde 1848, cuando la reina Victoria lo adquirió. Los terrenos, jardines -espacio de recreo de los 'corgis' reales- y salón de baile (Castle Ballroom) abren sus puertas al público de abril a julio cada año. Para celebrar las siete décadas en el trono, en junio se reunieron en palacio más de 70 perros de esta raza, la favorita de la monarca, que llegó a criar, desde sus 18 años, a 30 perritos.
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