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En el duelo por el título del domingo, el número tres del mundo se enfrentará al cuarto clasificado, Casper Ruud
Novak Djokovic dio un gran salto para alcanzar el récord masculino de 23 trofeos de Grand Slam con una victoria por 6-3, 5-7, 6-1, 6-1 en la semifinal del Abierto de Francia sobre un maltrecho Carlos Alcaraz, en un choque de titanes que terminó de manera anticlimática el viernes.
En el duelo por el título del domingo, el número tres del mundo se enfrentará al cuarto clasificado, Casper Ruud, quien irrumpió en la final por segundo año consecutivo al aplastar al alemán Alexander Zverev, en el puesto 22, por 6-3, 6-4, 6-0, en una batalla de grandes pegadores.
Anteriormente, Alcaraz, el mejor clasificado, había nivelado la contienda con Djokovic cuando ocurrió el desastre: el español cojeó hasta su banco con la pierna derecha en el 1-1 del tercer set.
Mientras seguía jugando, el campeón del Abierto de Estados Unidos se vio claramente perjudicado por los calambres, pero Djokovic no tuvo piedad, perdiendo solo uno de los 12 juegos finales para llegar a la final.
"Honestamente, ha sido muy difícil para mí. Sinceramente, me decepcioné a mí mismo en un partido como este", afirmó Alcaraz, quien se ausentó del Abierto de Australia de este año debido a una lesión en el tendón de la corva.
"El primer set y el segundo set fueron muy, muy intensos y comencé a tener calambres en el brazo. Al comienzo del tercer set comencé a tener calambres en cada parte de mi cuerpo, no solo en las piernas. Los brazos también, cada parte de las piernas", relató.
El serbio jugará su 34ª final de Grand Slam, la séptima en Roland Garros, donde ha levantado la Copa de los Mosqueteros en dos ocasiones, en 2016 y 2021.
Una prueba definitiva
El jugador de 36 años se enfrentaba a la prueba definitiva contra Alcaraz, que había arrasado en el cuadro, hasta que el jugador de 20 años se derrumbó de manera abrupta.
"Mala suerte para Carlos. Obviamente, a este nivel, lo último que quieres son calambres y problemas físicos en las últimas etapas de un Grand Slam", dijo Djokovic, quien disputaba su 46ª semifinal de un Grand Slam.
"Probablemente fue difícil para él decidir si debería retirarse o continuar hasta el último punto, pero es un luchador, así que le respeto por eso", agregó el serbio, que ha ganado sus últimos 100 partidos de Grand Slam en los que se llevó el primer set.
El choque tan esperado había comenzado con Djokovic atacando a la yugular y rompiendo para el 3-1 antes de salvar cuatro puntos de quiebre y llevarse el primer set después de casi una hora.
Con Mike Tyson mirando desde las gradas, ambos jugadores intercambiaron golpes y el número tres estuvo contra las cuerdas en el segundo set, con el español jugando varios tiros espectaculares. Después de un intercambio de quiebres, Alcaraz empató el partido.
Sin embargo, fue el cuerpo del jugador más joven el que capituló primero en una contienda que podría haber sido un clásico.
El noruego Ruud, que fue barrido por Rafa Nadal en tres sets cuando el español ganó su decimocuarta corona en la arcilla parisina el año pasado, había soportado una temporada 2023 de altibajos hasta su regreso a Roland Garros, donde ha vuelto a alcanzar su mejor forma.
Pero el escandinavo, que está persiguiendo su primer major, es muy consciente de la enorme tarea que tiene por delante. "Va a ser difícil este año contra Novak. Dos de los más difíciles de la historia y no seré el favorito nuevamente", dijo.
"Sé que Novak está tratando de ser el mejor. Voy a dar lo mejor de mí. Él va por el Grand Slam número 23 y yo voy por el primero, así que hay una gran diferencia", añadió.
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