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El restaurante fue uno de los primeros en nacer en el Distrito Creativo y fusiona la comida ancestral y tradicional. Su diseño evoca misterio y está inspirado en el restaurante La Bruja, que también está en Bogotá
El Aquelarre está ubicado en el barrio San Felipe de Bogotá. Este restaurante nació en medio de un vecindario en el que un grupo de habitantes se impulsaron entre sí para abrir negocios hasta que se convirtió en un Distrito Creativo donde converge el arte, la cultura y la gastronomía.
En el Distrito Creativo San Felipe los citadinos disfrutan de tardes en familia y amigos con visitas a las galerías de arte que hay en la zona. Se exponen obras de diferentes autores y artistas colombianos y están a la venta para el público.
La experiencia en El Aquelarre lleva hacia el pasado a sus comensales, pues desde el ingreso se encuentran con objetos antiguos y, a diferencia de otros, sus mesas son desiguales, de diferentes tamaños, formas y diseños que evocan la época de infancia en familia.
La comida del restaurante es un viaje a través del tiempo; cuenta con unos platos especiales llamados ‘Fiambres’, término que se refiere a la comida que las madres empacaban para llevar. Allí, el chef retoma esta costumbre y sirve al comensal un plato que está envuelto en hoja de plátano. Hay variedad de opciones de proteína para escoger, entre pescados, mariscos, carne de res, cerdo, pollo e incluso opción vegetariana.
El restaurante es un espacio para comer en familia, pero también es funcional si el plan es pasar una tarde de tragos con amigos y música en vivo. Todos los viernes y sábados se presentan grupos emergentes de rock hasta la media noche.
En la carta de cocteles se ofrecen opciones ancestrales y tradicionales oriundas de diferentes partes del país. Por ejemplo, se encuentra el ‘viche’, un destilado tradicional del Pacífico colombiano, conocido por generar fuerza y energía en los momentos más desafiantes.
También está el ‘Chirrinchi’, una mezcla diseñada para aliviar las penas y un fiel reflejo de las tradiciones ancestrales de La Guajira.
El restaurante es pet friendly y ha logrado estar en diferentes festivales, uno de ellos fue el Estéreo Picnic y próximamente estará en el Festival Cordillera.
Los platos destacados del restaurante y los que más piden los comensales son los ‘Fiambres’. Estos vienen con diferentes proteínas para el gusto de cada persona. ‘El Mar’, por ejemplo, trae pescado blanco a la parrilla. $55.000.
Los infaltables del restaurante son los cocteles de autor que combinan sabores ancestrales con el conocimiento del bartender para crear nuevos sabores. El destacado ‘Ignacio’ mezcla la caña infusionada con cardamomo. $40.000.
Y es un negocio más a sumar a otros tantos que ya atesora como su cadena hotelera MIM en Ibiza, Mallorca o Andorra, entre otros lugares
Optar por una cena balanceada, beber agua, y elegir bebidas claras como el vodka o la ginebra, son las claves para evitar el guayabo