La recompensa para los tenistas han aumentado de forma espectacular en los últimos años. En comparación con las 12 guineas que recibió el ganador de Wimbledon en 1877, los jugadores de esta era, han invertido su tiempo en largas jornadas de entrenamiento, frecuentes lesiones, muchas horas de viajes y competencias por títulos de Grand Slams y premios metálicos con los que nunca hubiesen soñado.
Un ejemplo de ello son los US$80 millones que Roger Federer ha amasado durante su carrera. El suizo, también llamado "El número 1 de la historia" se ha convertido en la élite del tenis no solo por su capacidad de jugar con la raqueta, sino por sus actividades lucrativas fuera de la cancha. No en vano la marca estadounidense Nike le ha cedido un espacio importante llegando a tener su propio sello personalizado. Sus famosas iniciales "RF" han sido estampadas en gorras, camisas, zapatos, bolsos, raquetas.
La rusa María Sharapova, las hermanas Williams, el español Rafael Nadal, todos ellos múltiples ganadores de Grand Slams, también se han hecho de un nombre en el marketing deportivo con Nike. Así mismo el número uno del mundo de la actualidad, el serbio Novak Djokovic ha aprovechado su talento con la raqueta para firmar contratos multimillonarios, en un principio con la marca alemana Adidas, pasando por la casa italiana Sergio Tachinni y vistiendo en 2013 la marca japonesa Uni q lo, contrato que rubricó por cinco años a cambio de $6.000.000,00.
Por un tiempo se pensó que solo estos pocos tenistas, tenían el don de hacer dinero por sus distintas características, como ejemplo, la belleza innegable de Sharapova o la garra de Nadal. Y la verdad es que dichas condiciones hacen más "mercadeable" a un deportista, pero no es un secreto para nadie que la manera más efectiva de ganar dinero en el deporte es con el éxito que se consigue a través de las victorias.
El escocés Andy Murray y la francesa Marion Bartoli, actuales campeones de Wimbledon saben que tocaron el cielo con las manos cuando se coronaron el pasado mes de julio en el césped británico. Murray al imponerse a Djokovic, se adjudicó 1,6 millones de libras (1,8 millones de euros), la misma cantidad que se llevó la extenista Bartoli por ganar la final femenina.
Murray y Bartoli incrementaron su popularidad y sus cuentas bancarias con esos triunfos además se acercaron un poco más a la élite del deporte blanco y "democratizaron" la repartición del dinero en el segundo Grand Slam del año ya que los favoritos al título se quedaron en el camino por caer inesperadamente en las rondas preliminares, como el español Rafael Nadal que volvió a casa con 23.500 libras (€27.260) por perder en su debut (primera ronda) o el caso de los que ganaron un solo partido y cayeron después en la segunda ronda, como el suizo Roger Federer, ingresaron por su parte 38.000 libras (€44.000).
Por su parte Novak Djokovic y la polaca Agniezka Randwanska, finalistas que cayeron derrotados, tanto en la final masculina como en la femenina, vieron su esfuerzo recompensado con 800.000 libras (€928.000), mientras que los semifinalistas que se quedaron a un paso de la final, como el argentino Juan Martín del Potro, compensaron el mal sabor de boca con unas ganancias de 400.000 libras (€464.000).
Coronarán en Nueva York
Para el US Open, el último Grand Slam del año que comenzó el 26 de agosto en las canchas duras de Flushing Meadows, las cifras son más altas que el alza récord previsto anunciado en marzo pasado y representan un salto de al menos un 37% y hasta un 43% para los eliminados en la segunda y tercera ronda en comparación con el año pasado, cuando totalizaron 25,5 millones de dólares.
Los campeones en la ramas masculina (ATP) y femenina (WTA) recibirán cada uno o un cheque por $2,6 millones, el más grande en la historia del tenis y un aumento de 37% en comparación con el año pasado.
Los jugadores que caigan en la final recibirán 1,3 millones de dólares, mientras que los perdedores en semifinales tendrán 650.000 dólares y los derrotados en cuartos se llevarán a casa 325.000 dólares.
Perder en la cuarta ronda aún traerá 165.000 con 93.000 a los caídos en tercera ronda; $53.000 a quienes salen en la segunda ronda y $32.000 para quienes no logran ganar su primer partido.
Un excelente final de año sería que otro par de tenistas rompieran con la hegemonía que tienen los favoritos y se apoderaran de las coronas -masculina y femenina- en Nueva York.