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Restaurante mexicano que de domingo a domingo busca llevar lo mejor de los tacos, las quesadillas, las tortas y hasta el tequila y el mezcal a sus comensales
Los tacos son un producto que no requiere mucha explicación, pues con solo pensar en la palabra, es fácil que la mente se remonte a México, o por lo menos, que lo haga pensar en la gastronomía de ese país.
Sin embargo, hay lugares que prefieren no dejarle todo a la imaginación, sino que buscan hacerlo sentir como si estuviera en una taquería de barrio mexicana, como es el caso de El pastor del siete, un restaurante mexicano que nació a finales de pandemia con un carrito de tacos, y que hoy ya se ubica en un espacio de dos pisos, dentro de ellos una llamativa terraza, con una amplia oferta gastronómica al estilo México.
Cuando usted entra, lo primero que va a sentir es el aroma de la carne al pastor, que le hace muy buen honor al nombre del lugar. Encontrará algunas mesas, y al fondo, unas escaleras, que lo van a dirigir a la terraza, una de las zonas preferidas por los comensales, pues aunque Bogotá sorprenda con una lluvia repentina, ya tienen listo un mecanismo para cubrir el lugar.
Luego, recibirá una carta, que se puede describir como pequeña, pero concisa. Allí encontrará gran variedad de alimentos mexicanos, pero a primera vista, los que van a destacar, son los tacos al pastor, birria de res, suadero, y pollo, siendo este último una adaptación más local del asunto.
Sin embargo, estas son proteínas que también puede incluir en quesadillas, tortas, o burros.
Pero, si va un fin de semana, puede encontrarse con una sorpresa, pues a las proteínas se suma la lengua, que es muy típica de las taquerías de barrio en México.
De ahí en adelante podrá encontrarse con unos esquites o tal vez una sopa de birria que puede pedir mientras llegan sus tacos o quesadillas a la mesa. Además, todo esto puede acompañarlo con bebidas como agua fresca de jamaica u horchata, para que viva una experiencia 100% mexicana.
Por último, no puede dejar pasar la variedad de salsas, que van por niveles de acuerdo a sus gustos, y con las que es mejor tener cuidado, para que no le vayan a picar ‘un chingo’, como dicen los mexicanos.
El taco está conformado por una tortilla hecha 100% de maíz, 50 gramos de proteína, que en este caso es cerdo, cebolla, cilantro, y el toque que en esta preparación no puede faltar, una lámina de piña que juega con el dulce y la sal.
El otro recomendado.
Pan macerado con frijol, acompañado con aguacate para añadir un contraste de sabor a la torta, junto con cebolla, queso, y el ingrediente principal, que es la proteína a elección, que para esta ocasión fue suadero.
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