MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El modelo se convirtió en un ícono de los relojes deportivos y varias marcas han incorporado sus características a sus lanzamientos
No hay aficionado a la relojería que no tenga, o no quiera tener, por lo menos uno. Presentado hace 50 años, el Royal Oak de Audemars Piguet ha pasado de ser el reloj más revolucionario de su época a gran icono de la Alta Relojería moderna.
Cincuenta años no se cumplen todos los días. Mucho menos, en el magnífico estado de forma en el que se encuentra el Royal Oak. El reloj de Audemars Piguet vive un momento dulce, convertido en gran icono y viendo cómo los aficionados han de esperar años para hacerse con un ejemplar. Aunque las cosas fueron muy diferentes en sus inicios.
En realidad, el Royal Oak fue tan revolucionario que solo unos pocos aficionados fueron capaces de apreciar su valor. Ha sido el paso del tiempo el que ha cambiado esta percepción hasta convertirlo en un símbolo. No hay modelo deportivo moderno en la actualidad que no tenga alguna de las características que introdujo el Royal Oak hace 50 años.
Tampoco la situación de la relojería suiza actual tiene nada ver con la de aquellos momentos. Con una crisis económica en ciernes y la amenaza de la incipiente competencia japonesa, las firmas independientes como Audemars Piguet trataban de adaptarse a los nuevos tiempos, con una nueva generación de clientes que han vivido los cambios sociales de finales de los 60.
Son precisamente esos clientes, representados por el distribuidor de Audemars Piguet en Italia, quienes piden a la casa un reloj moderno, de acero y que puedan usar tanto si hacen deporte como si van de cena informal. La petición llega a los oídos de Georges Golay, director general de Audemars Piguet, de la mano de Carlo de Marchi, su distribuidor en Italia, en la feria de Basilea de 1970.
Dos años más tarde llega la respuesta de la marca. Su autor es Gérald Genta, colaborador habitual en aquellos momentos de Audemars Piguet. Genta ha atendido la petición del mercado italiano y presenta un reloj inspirado en una escafandra que vio de pequeño en uno de sus paseos por Ginebra. Aquella original inspiración fue el mejor recurso que encontró para su idea de un reloj deportivo monocasco que garantizara su hermeticidad. Genta buscó un diseño estilizado, de 39 mm y con un exquisito tratamiento del acero, igual de refinado que si fuera oro.
El diseñador también optó por un brazalete integrado en caída, con una esfera azul oscuro y un llamativo relieve que descubrió un día en la visita a los talleres de los fabricantes Stern Frères.
Presentado en la edición de 1972 de la feria de Basilea, el Royal Oak (nombre propuesto por el propio Carlo de Marchi, en homenaje a los buques acorazados de la Marina Real británica) tuvo una buena aceptación, aunque no unánime. Era tan grande que pronto se le conoció con el sobrenombre de Jumbo.
La primera entrega del Royal Oak llevaba la referencia 5402, y se hicieron 1.000 unidades solo en acero: 400 para Suiza, 400 para Italia y 200 para el resto del mundo. Su precio, nada menos que 3.650 francos suizos de la época, lo que le convertía en el reloj de acero más caro del mercado en aquel momento.
Tres años tardaron en vender esta primera tirada del Royal Oak Jumbo. No se puede decir que fuera un reloj de éxito inmediato. Llevó bastante tiempo que un concepto tan revolucionario calara entre el público. Pero finalmente lo consiguió. Un golpe de suerte fue cuando el carismático Gianni Agnelli comenzó a lucir uno de estos relojes. Aunque el momento decisivo fue cuando la competencia directa de Audemars Piguet decidió lanzar relojes deportivos de acero. Estaba claro que habían tomado la decisión correcta.
Desde 1972, siempre ha habido un Royal Oak Jumbo de acero en el catálogo de la firma. En los siguientes años se incorporaron diferentes complicaciones, materiales, tamaños y colores. Aunque la manufactura de Le Brassus siempre ha mantenido una referencia lo más fiel posible al modelo de 1972. El último relevo de esta saga acaba de ser presentado con la referencia 16202.
La capacidad productiva de Audemars Piguet ha crecido enormemente en estos 50 años, pasando de una producción de 6.000 relojes a unas 45.000 piezas al año. Solo unos mil de estos relojes son el Royal Oak Jumbo en acero, una tirada muy por debajo de la exaordinaria demanda que tiene hoy el reloj, y que lleva a multiplicar por cuatro su precio en reventa de modelos usados respecto al oficial de los puntos de venta oficiales. Cincuenta años más tarde, la pasión por el Royal Oak se mantiene más viva que nunca.
Celebración multicolor
udemars Piguet ha celebrado este 50º aniversario del Royal Oak con una puesta al día del icónico Jumbo. El nuevo modelo pasa a ser la referencia 16202. Exteriormente ha recibido cambios mínimos para mantenerse fiel a la estética del modelo de 1972.
La diferencia más importante con aquel primer Royal Oak la encontramos en el fondo transparente de la caja, aunque este recurso ya era habitual en las referencias anteriores de la colección.
La gran novedad del 16202 está en el interior: su nuevo calibre 7121 sustituye al mítico 2121 que venía usándose en estos 50 años.
El 16202 está disponible en acero con esfera azul (32.400 euros), al igual que el primer Royal Oak. Pero no será el único acabado que podemos encontrar del nuevo Jumbo. La firma también ha lanzado versiones del 16202 en oro rosa (68.800 euros); oro amarillo (68.800 euros); y platino (precio bajo petición), cada una con su propio color de esfera.
Luz Ángela Castro, country manager de Ocesa Colombia, se refirió en el panel del Foro Sector Cultura: oportunidades de inversión para empresarios, a le importancia del sector entretenimiento en la economía del país
Planea hacer transferencias para fortalecer el equipo masculino y desarrollar una estrategia comercial para el equipo femenino