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Alfonso Cuéllar
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El año pasado se cumplieron 200 años de relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos. Actualmente hay varios proyectos que requieren de un apoyo del país norteamericano
La relación entre Estados Unidos y Colombia es quizá actualmente la más importante para la Cancillería. Los proyectos y reformas que quiere adelantar el presidente Gustavo Petro en materia de justicia y ‘Paz Total’, tienen presente la posición norteamericana para su ejecución.
A esto se le suma otro tema del cual se ha hablado mucho en los últimos meses: la eliminación de la visa para los colombianos que quieran ingresar a Estados Unidos con fines turísticos.
En este escenario, Alfonso Cuéllar Araújo, politólogo, diplomático y periodista, vio la necesidad de recapitular lo que han sido más de 200 años de relaciones diplomáticas en su libro ‘Y el gringo ahí’. Relación que podría vivir una nueva crisis por las elecciones presidenciales de 2024 en EE.UU.
Sin duda, la pérdida de Panamá en 1903. Perdimos con el istmo, la posibilidad de ser el centro del comercio mundial. Estados Unidos necesitaba esa opción y Colombia por miopía no lo entendió. Aún hoy sentimos la pérdida.
En 1998, Estados Unidos reconoció que la política contra el gobierno de Ernesto Samper había sido un error. No ganó nada y cada día las relaciones eran más inamistosas. De allí nació el Plan Colombia. Estados Unidos se convirtió en un aliado al ciento por ciento. Fueron 20 años increíbles de los gobiernos de Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.
La seguridad regional y en particular, Venezuela. El régimen de Nicolás Maduro nos preocupa a ambas naciones. El cambio de política de Petro es vista en Washington, como una apuesta. Saben que es arriesgado pero, por ahora, dejan que Petro intente a su estilo. La opción de Iván Duque fracasó. Es una demostración de confianza entre dos aliados.
El tema de las visas es complicado. En el gobierno de Santos, se logró la visa de 10 años. Entiendo el interés por la exención, pero no lo veo factible en el mediano plazo. Es más, no perdería tiempo en una causa casi imposible.
La hoja de coca nunca será legalizada. Nunca. Es un tema imposible para los estadounidenses. La guerra contra las drogas fracasó pero no hay actualmente una política mejor.
Estados Unidos sigue muy de cerca los proyectos de paz total y la ley de sometimiento. Han puesto dos condiciones: que la extradición no se toque y que se disminuyan los cultivos de coca. Han mostrado paciencia, lo cual es valioso. No obstante esta posición podría cambiar con las elecciones estadounidenses de noviembre de 2024 si se llegara a dar una victoria republicana. Ese es el límite. Es importante que Petro entienda esto.
Mucho. Especialmente en los últimos 30 años. Se estableció una relación de iguales y muy importante para los dos países. Esa identificación de intereses es también un activo para los vínculos. La embajada de Estados Unidos en Colombia es la segunda más grande en el mundo. Eso demuestra lo entrelazados que son los dos países.
Como dije anteriormente, el gobierno de Pastrana y los dos periodos de Uribe y Santos fueron espectaculares. Con Pastrana, se lograron los recursos para poder enfrentar a las Farc. Con Uribe, se negoció un tratado de libre comercio entre los dos países. En el de Santos, se lograron desnarcotizar las relaciones. entraron nuevos temas y Colombia pudo discutir de igual a igual, los problemas entre ambas naciones.
Ahora bien, paradójicamente el momento más alejado se dio después de la pérdida de Panamá, cuando nuestra política exterior era respice polum, mirar al norte. Fuimos incondicionales con Estados Unidos. Fue un error; éramos demasiado entregados a los intereses norteamericanos. Es importante tener algo de distancia con Estados Unidos. Ellos mismos lo agradecen.
Primero, es el país más cercano en América Latina. Su ubicación - la punta de Suramérica- es crítica. Segundo, después de 200 años, nos conocemos muy bien y hemos encontrado coincidencias fundamentales. Tercero, los colombianos somos muy fieles frente a Washington. Saben que finalmente estaremos con los estadounidenses.
Todas esas razones lo hacen pensar a uno que, fácilmente, Colombia es el principal aliado en esta parte del continente.
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