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Hoteles, restaurantes, academias y perfumes son los negocios que más ingreso le generarán al deportista luego de su futuro retiro
"Sin sufrimiento no hay felicidad". Es una de las frases con las que Rafa Nadal suele presentarse al mundo. No hay duda de que le representa, pues el tenista de Manacor, la gran leyenda, ha sufrido mucho durante una carrera marcada por las lesiones, las mismas que le apartan temporalmente del deporte profesional.
Pero, como dice su máxima, también ha tenido su contrapartida.
"El año que viene se acaba una etapa en la que he sido feliz, y empezará otra en la que no tengo por qué ser menos feliz", decía ayer el tenista tras anunciar que se alejará unos meses de las pistas con la intención de volver "con garantías" en 2024. Será su último año, su "traca final". Quienes le conocen corroboran que lo dará todo para retirarse con las botas puestas, con un intento de gran triunfo. Roland Garros en 2024 sería la plaza perfecta para el rey de la tierra batida.
Cuando ese paso inevitable suceda, se abrirá después una nueva etapa que Nadal ya ha preparado desde el plano económico, con inversiones durante su carrera profesional que realiza a través de varias sociedades. Destaca Aspemir, la empresa a través de la que canaliza la mayoría de sus inversiones y matriz de otras filiales entre las que divide sus intereses, como Mabel Capital, de la que es propietario junto a Abel Matutes Prats y Manuel Campos Guallar.
Con todas ellas maneja un patrimonio que incluye los más de 120 millones que ha ganado durante su carrera, que se suman a los acuerdos de patrocinio con Santander, Telefónica, Nike, Kia, Amstel 0.0, Babolat, Cantabria Labs y Richard Mille.
Hoteles. En su entramado empresarial está muy implicada su familia, con apuestas que comenzaron en la industria hotelera. Nadal entró en el sector en 2013 para construir y remodelar dos hoteles de lujo en la isla de Cozumel, donde se asoció con la familia de Julen Lopetegui. Tiene varios intereses inmobiliarios también en Mallorca, donde se ha aliado a la cadena hotelera Palladium. Su última apuesta en este capítulo es un acuerdo con Meliá para lanzar ZEL, una marca de alojamientos vacacionales y de ocio urbano que abrirá su primer bastión el próximo verano en Mallorca y sobre la que ofrece esta entrevista exclusiva en Expansión.
Restaurantes. El tenista también es socio de los restaurante Tatel, donde le acompañan tanto Abel Matutes como Pau Gasol, Cristiano Ronaldo y el cantante Enrique Iglesias. El grupo ya tiene locales en Madrid, Ibiza, Miami o Beverly Hills.
Marca Rafa Nadal. No hay datos sobre su propia enseña, que se presenta con el logotipo de las academias desde las que Nadal lanza sus actos públicos. Tampoco los hay sobre el caché de su representación, que Forbes estima en un millón de euros por aparición. Es imagen para muchos de sus patrocinadores, pero también lo ha sido en otros acuerdos, como el que le unió antes de la pandemia al Ministerio de Agricultura.
Academias. Es la joya de la corona al hablar de las pasiones del tenista. La Rafa Nadal Academy by Movistar de Manacor es la madre de la línea de centros deportivos "Rafael Nadal Tennis Centre". Ahí pretende proteger un legado que será también de leyenda. Tiene centros de alto rendimiento para jóvenes de entre 10 y 18 años para aprender a jugar bajo sus técnicas, formando así a una cantera del deporte.
Perfumes. El tenista mallorquín y su esposa, Mery Perelló han lanzado su propia fragancia personalizada, comercializada por la empresa francesa de alta perfumería Henry Jacques Perfums. Con frascos bautizados con sus nombres dentro de la colección 'In All Intimacy', aún no se conocen los precios, que en la firma llegan fácilmente a los 1.000 euros. Entre estos negocios menos conocidos se incluye el papel de Nadal como productor de series de Netflix como Soy Georgina y Tamara Falcó: La Marquesa, a través de Mabel Capital.
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