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En el mercado hotelero hay cada vez más castillos que le apuestan a alquilar sus habitaciones para ofrecer al huésped una experiencia poco convencional
Suites con vistas al Mar Amarillo o al Río Rin, elementos de interior procedentes de la Edad Media y arquitecturas inspiradas en el estilo gótico o bávaro, son algunos de los componentes que integran los hoteles-castillo.
Aunque algunos puedan corresponder a edificaciones que se hayan pensado desde sus inicios para el disfrute de los huéspedes, como The Castle Hotel en China, o edificaciones antiquísimas que han pasado por remodelaciones como el Castello di Pavone en Italia, todos tienen algo en común: ofrecer al turista una experiencia que logre transportarlo a una época pasada.
“Para las edificaciones que son patrimonio cultural, el servicio de hospedaje puede significar un ingreso adicional que ayuda a solventar gastos de conservación”.
El que algunos castillos ofrezcan sus espacios se debe a una necesidad de solventar los gastos de conservación que implican tener una propiedad tan antigua.
Así lo afirmó, Catalina Jaramillo, cofundadora de Viajala, quien sostuvo que “para las edificaciones que son consideradas patrimonio cultural, el servicio de hospedaje puede significar un ingreso adicional que ayuda a solventar los altos gastos de conservación y, además, para los viajeros, hospedarse en un castillo les puede permitir conocer un poco más de la cultura del lugar que están visitando”.
Entre otros de los castillos que ofrecen servicios de hospedaje se encuentra el Fairmont le Château Frontenac, en Canadá; el Castillo de Arteaga, en España; el Auf Schönburg, en Alemania; o el Ballynahinch Castle en Irlanda.
The Castle Hotel (Dalián, China)
El castillo, situado en la montaña Lianhua, al lado del Mar Amarillo, se construyó en 2005 y tiene vistas hacia la bahía de Xinghai. Posee una arquitectura medieval inspirada en castillos de estilo bávaro y cuenta con cerca de 300 habitaciones. Los huéspedes podrán ordenar comida típica de la región o platos europeos.
Fairmont le Château Frontenac (Quebec, Canadá )
Con más de 600 habitaciones, la arquitectura de la antigua ciudad fortificada donde está ubicado el hotel fue designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su conservación y monumentos.
Castello di Pavone (Turín, Italia)
Es una antigua fortaleza construida entre los siglos IX y XI. Fue remodelado para convertirlo en hotel y cuenta con muebles tradicionales de la época. Entre sus atractivos se encuentra su restaurante, uno de los más elegantes de Italia.
Castillo de Arteaga (Vizcaya, España)
Conocido como el castillo de la Emperatriz Eugenia de Montijo, es un palacio inspirado en la arquitectura neogótica que fue construido en 1859. También tiene lugares especializados para celebrar matrimonios y otros eventos.
Auf Schönburg (Oberwesel, Alemania)
Ubicado en Oberwesel, ciudad que estuvo habitada por romanos, el lugar se destaca por ser uno de los paisajes urbanos medievales más visitados en Europa. El hotel cuenta con vistas hacia el Río Rin y cuenta con 27 suites.
Ballynahinch Castle (Galway, Irlanda)
El castillo ha sido reconocido por la revista Condé Nast Traveller y está rodeado por las montañas Twelve Bens. Está ubicado en una propiedad que supera los 700 acres de bosques y fue construido en 1756.
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