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La principal apuesta empresarial de LeBron es SpringHill Company, una productora de contenido que ha estado detrás de la última película de Space Jump, y The Shop
A LeBron James le gusta exhibir en sus camisetas el lema "More than an athlete" ("Más que un atleta") para mostrar su compromiso con causas sociales, pero lo cierto es que ese eslogan también le podría servir para poner en valor su éxito como hombre de negocios. Porque además de encestar, la estrella de Los Ángeles Lakers ha demostrado con creces tener un excelente olfato a la hora de invertir. De lo contrario, no sería el segundo deportista en la historia, solo por detrás de Michael Jordan, con una fortuna superior a los US$1.000 millones.
La principal apuesta empresarial de LeBron es SpringHill Company, una productora de contenido que ha estado detrás de la última película de Space Jump, y The Shop, un programa en el que artistas y deportistas hablan en un ambiente distendido de sus inquietudes. La venta de una participación minoritaria a varios inversores otorgó a la compañía un valor de US$725 millones (722 millones de euros) en octubre del año pasado.
Además de esta empresa, el alero también es accionista de Blaze Pizza, una cadena de comida rápida; Tonal, una empresa que diseña maquinaria y rutinas de ejercicio para el hogar; y Lyft, el principal rival de Uber en Estados Unidos. Los dividendos que obtiene de estas apuestas complementan sus ingresos por salario y patrocinios, que en 2022 alcanzan los 123,8 millones de euros, según el ránking de deportistas mejor pagados de Sportico.
Frente a este variado abanico de participaciones, Lionel Messi, el segundo en esta lista, con unos ingresos de 119 millones, tiene como única gran inversión la cadena de hoteles MiM. Gestionada por el grupo Majestic, esta marca ya cuenta con cinco establecimientos. En 2016, el futbolista del PSG apostó sin mucho por la apertura de un restaurante de 1.000 metros cuadrados en pleno centro de Barcelona que tuvo que cerrar a los dos años. En 2019 también bajó la persiana de una lujosa tienda de zapatos que su mujer impulsó junto a la esposa de Luis Suárez.
El eterno rival del jugador argentino, Cristiano Ronaldo, sí que ha aprovechado su potente imagen para impulsar aventuras empresariales de éxito en sectores muy variados. Por un lado, trabaja con la firma estadounidense Crunch Fitness para abrir entre 100 y 150 gimnasios en España y entre 50 y 75 en Portugal. Además, está presente en el sector turístico a través de la sociedad Pestana CR7 Lifestyle Hotels, creada junto al empresario Dionisio Pestana. Juntos han abierto ya cinco hoteles. Uno de ellos, en la Gran Vía de Madrid. Por último, el astro del balón ha apostado por los injertos capilares, al hacerse con el 50% de Grupo Insparya, firma que aglutina el 85% del mercado portugués de trasplantes. En España cuentan con clínicas en las ciudades de Madrid y Marbella.
Neymar es el caso contrario. El jugador brasileño ha sido la gran apuesta de Puma en los últimos años, tiene su propio documental en Netflix y ha desembolsado varios millones en dos mansiones que posee en Río de Janeiro, pero no se le conocen proyectos empresariales de calado. Bien es cierto que se ha aliado con Facebook Gaming para labrarse una carrera en el negocio del streaming e impulsar una plataforma que aún dista de ser tan popular como Twitch.
Diversificación
Fuera del deporte rey, el boxeador Canelo Álvarez cuenta con varias iniciativas a nivel empresarial. Por un lado, tiene SSA Capitales y Más, una sociedad que utiliza para invertir en Bolsa y entrar en el capital de compañías. A esto se suman muchas otras marcas, como Canelo Energy, una cadena de gasolineras que pretende abrir 100 establecimientos en México. Por su parte, Upper comercializa cargadores para móviles, manos libres y auriculares, mientras que CA ofrece servicios de purificación de aire y tratamiento de residuos.
Volviendo al universo de la NBA, la mayor liga de baloncesto del mundo puede presumir de tener en Stephen Curry y Kevin Durant a dos inversores de éxito. El flamante ganador del anillo gestiona todas sus inversiones y proyectos filantrópicos a través de SC30, sociedad constituida en 2017. Antes de ese año, ya se encontraba en el accionariado de la red social Pinterest, uno de sus primeros aciertos. El base tiene su propia productora de contenido, Unanimous Media, que mantiene una alianza con Sony Pictures. También se ha embarcado en la comercialización de la marca Oxigen, que acelera la recuperación muscular en los deportistas.
Por su parte, Durant presenta un palmarés en el terreno económico aún más impresionante. A través de su sociedad, Thirty Five Ventures, ha conformado un portfolio que integran más de 75 empresas pertenecientes a sectores que van desde el sanitario al financiero, pasando por el de las criptomonedas, el del cannabis o el contenido audiovisual. La rentabilidad de la mayoría de sus operaciones se mide en decenas de millones de dólares. Entre las empresas por las que ha pasado el jugador de baloncesto se encuentran Coinbase, Robinhood y Postmates, una empresa de reparto de comida que Uber compró en noviembre de 2020 por US$2.650 millones.
El genio de la raqueta Roger Federer, tras el último Wimbledon relegado a la tercera posición en el ránking de jugador con más Grand Slam, debe su fortuna principalmente a las decenas de millones que se ha embolsado de sus patrocinadores con marcas prémium, como Mercedes, Rolex o Gillette. En especial en los últimos años, en los que sus triunfos se han reducido. A nivel empresarial, su principal proyecto ha sido la agencia TEAM8, que representa a varios tenistas y creó la Laver Cup, un torneo que enfrenta a un equipo europeo con otro del resto del mundo. También ha invertido en una marca de zapatillas suiza, On AG.
Otro veterano de su disciplina, la estrella de la Liga de Fútbol Americano (NFL) Tom Brady, tiene como buque insignia de sus negocios el método TB12, una línea de gimnasios, productos de nutrición y accesorios para deportistas cuyo principal reclamo ha sido una estricta dieta que ha seguido tanto él como su mujer, la modelo Gisele Bündchen. Ambos se hicieron en junio del año pasado con una participación en la plataforma de criptomonedas FTX, valorada por entonces en US$32.000 millones. Por otra parte, el verano pasado lanzó Autograph, su plataforma de NFT, que en enero captó US$170 millones en una ronda de financiación. Rafa Nadal, Tony Hawk, Simone Biles, Usain Bolt y The Weekend son algunas de las personalidades que participan en el proyecto.
En el mundo del tenis femenino, la japonesa Naomi Osaka ha despuntado como la cara más atractiva del circuito WTA para las marcas, ya que obtiene 50 millones de euros solo por patrocinios. Parte del dinero logrado como profesional lo va a destinar al lanzamiento de su propia productora, Hana Kuma. Esta estará participada también por LeBron James y tendrá como objetivo contar historias que trasciendan barreras culturales y con la que se identifiquen muchos espectadores. La tenista también lleva con su agente Stuart Duguid una agencia de representación, cuyo primer cliente fue el finalista del último Wimbledon, Nick Kyrgios.
Osaka tiene en su propia profesión a una clara referente en materia inversora. Se trata de Serena Wiliams, quien se ha ganado el denominativo de "inversora social", ya que ha aprovechado parte de su riqueza para apostar por empresas que acompañan sus resultados económicos de una mejora en el medio ambiente o las condiciones de los más desfavorecidos. La cartera de su sociedad, Serena Ventures, la componen principalmente firmas especializadas en el comercio electrónico, alimentación vegana y cuidado personal. Una de sus últimas operaciones ha sido entrar en Karat, una empresa que tiene como objetivo aumentar la contratación de ingenieros de software negros. La estadounidense es además consejera de Momentive.
El piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton también acostumbra a inyectar capital en aquellas empresas que se identifican con sus ideas. El siete veces campeón del mundo se ha mostrado especialmente activo en el veganismo, invirtiendo en la marca de hamburguesas Neat Burger y la start up chilena The Not Company, que produce alternativas de origen vegetal a los productos alimenticios de origen animal, como la leche. También ha entrado en el capital de la empresa de reparto Zapp, que opera en Londres, Ámsterdam y Róterdam y promete entregar los pedidos en menos de 20 minutos.
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