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La isla caribeña busca volver a las cifras pre pandemia cuando sobrepasaban los cuatro millones de visitantes al año. en 2023 ya pasaron los dos millones de turistas
Cuba es sin duda uno de los destinos turísticos más atractivos del Caribe, su patrimonio cultural y arquitectónico, sus más de 280 playas y más de 4.000 cayos, su legado musical, su historia, pero sobre todo la hospitalidad de sus habitantes, hacen de la isla el lugar perfecto para pasar sus vacaciones, o ¿por qué no?, escogerla para celebraciones tan especiales como una boda, una luna de miel o un evento empresarial.
Sin embargo, la isla pasa por un difícil momento económico, la inflación anual supera 30% y la escasez de alimentos, medicinas y combustible son el diario vivir de sus habitantes. A esto se le suma la pandemia en 2020 y las nuevas restricciones impuestas en 2019 por el Gobierno Trump, las cuales prohiben los cruceros y barcos de pasajeros desde EE.UU. a la isla. Ambos escenarios hicieron decrecer la entrada de visitantes que traía el país en la última década.
Para Cuba, la industria del turismo representa entre 30% y 40% de sus ingresos económicos, razón suficiente para que el Gobierno quiera apostarle a recuperar su potencial turístico, y con ello, ayudar a su población a salir de la crisis económica. La meta es llegar a los 10 millones de visitantes en 2030, esto, según Óscar Enríquez Díaz, funcionario del Ministerio de Turismo de Cuba.
"Estamos buscando una recuperación gradual, pero sostenida, en 2021 cerramos con una cifra aproximada de 356.000 visitantes, para 2022 cerramos el año con 1,6 millones de visitantes y este año ya superamos la cifra de 2 millones. Por lo tanto, se pone en evidencia que ha existido una recuperación gradual gracias a la confianza y la competencia”, agregó el funcionario.
Con el fin de aumentar la planta habitacional hotelera, que para 2022 llegó a las 80.279 habitaciones, 74% de estas en hoteles de cuatro y cinco estrellas, el Gobierno va de la mano con grandes cadenas hoteleras, siendo Meliá Hotels International de origen español, la más destacada con 34 hoteles en ocho destinos y más de 14.900 habitaciones.
Dentro de sus más, recientes aperturas en Cuba se encuentra el Innside Habana Catedral, un hotel cinco estrellas ubicado en el centro histórico de la Habana Vieja, con una hermosa piscina en su terraza desde donde podrá contemplar el Castillo de los Tres Reyes del Morro y La Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Otro hotel de cinco estrellas que abrió sus puertas este año, es el Meliá Trinidad Península, ubicado en la ciudad patrimonial de Trinidad. Su playa privada es el lugar perfecto para acabar el día y ver el atardecer acompañado de un buen mojito y amenizado por un trío de música cubana.
Actualmente, la aerolínea low cost Wingo es la única que opera desde Colombia hacia Cuba con dos rutas, Bogotá - La Habana (cinco vuelos a la semana) y Medellín - La Habana (dos vuelos semanales). Adicionalmente, también cuentan con una ruta desde Panamá - La Habana, sumando así 10 frecuencias semanales. Jorge Jiménez, vicepresidente comercial y de planificación de Wingo, le contó a LR que movilizan a la isla cerca de 150.000 pasajeros al año y que según vean un crecimiento en esta cifra podrían ampliar las frecuencias.
Entre los planes que no puede dejar de hacer en la capital, está visitar sus plazas y sus monumentos históricos, museos, castillos y fortalezas de la época de la conquista. Pasear en un convertible de 1950 y terminar el día en uno de sus tradicionales bares. Tropicana, La Bodeguita del Medio o La Floridita, que es la cuna del daiquirí, seguro lo harán sacar los pasos prohibidos.
Playas de arena fina y aguas cristalinas, y los paseos en barco a sus cayos, no son su único atractivo. Varadero cuenta con una gran oferta de planes culturales y de entretenimiento.Visitar La Casa del Ron, La Casa del Habano o la del café, y luego disfrutar de su vida nocturna en bares emblemáticos como lo son La Floridita y The Beatles, están dentro de los imperdibles.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, Trinidad es, sin duda, una de las ciudades más bonitas de la isla. Caminar por sus calles empedradas mientras disfruta de su arquitectura colonial, sus iglesias y sus museos, sus plazas y mercados de artesanía, es vivir un poco del espíritu y la historia azucarera de Cuba.
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