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Zea murió este lunes por complicaciones de salud en una clínica ubicada en el norte de la capital
A sus 83 años de edad falleció la gestora cultural colombiana Gloria Zea, quien buena parte de su vida la dedicó a la cultura, en especial, dirigiendo el Museo de Arte Moderno de Bogotá por más de 45 años. Hasta el momento se conoce que falleció en una clínica en el norte de la ciudad por complicaciones de salud.
Nacida en Bogotá en 1935, desde 1969 asumió la dirección del Museo de Arte Moderno de Bogotá, más conocido como el Mambo, el cual lideró en su desarrollo y la construcción de la sede propia en el centro de la Capital del país con diseños del maestro de la arquitectura colombiana Rogelio Salmona, y su lucha por su ampliación.
“Marta Traba me entregó el sueño del Museo y yo tuve el privilegio de hacerlo realidad”, señala el comunicado en el que Zea asegura que la persona que la reemplazará, la artista y galerista Claudia Hakim de Neme “es la mejor elección tomada por la junta directiva; hará volar al museo, lo llevará a otra dimensión”, afirmó Gloria Zea, en el momento de dejar el Mambo.
Al momento de su despedida como directora, el Museo de Arte Moderno contaba con 3633 obras de arte colombiano e internacional, una de las colecciones de arte más grandes e importantes de la Nación. “Un lugar por el que han pasado y siguen pasando artistas destacados de talla internacional, turistas, artistas nacionales, curiosos, críticos, curadores y estudiantes”, agregó.
Pero no fueron sus únicas prioridades en pro de la cultura colombiana. Desde 1976 se convirtió en la directora de la Ópera de Colombia, que con gran esfuerzo realizaba temporadas anuales con las más importantes obras y con la presencia de importantes artistas internacionales que, además, empezaron a dejar un legado que permitió el desarrollo de los artistas nacionales que se empezaron a destacar en dichas temporadas y luego llegando a los principales escenarios del mundo, como ocurrió con Valeriano Lanchas.
Recordaba que a mediados de los años setenta, cuando empezó con la ópera en el país, era un arte elitista, sólo para ciertas clases sociales, por lo que su reto siempre ha sido demostrar que era una manifestación artística para el deleite de cualquier persona.
“Es el espectáculo más completo. En un mismo escenario se reúne la comedia, con el drama, el teatro junto a la música más bella que ha existido y unos sólidos argumentos. Todo eso, en medio de escenografías majestuosas, además del vestuario, se convierte en una experiencia que siempre se quiere repetir.
Por más de 42 años estuvo detrás de esta labor, sin dejar el Mambo y durante ocho años dirigiendo Colcultura, la institución nacional que se encargaba de la cultura en Colombia, antes de la creación del Ministerio de Cultura, junto a ser Decana de la Facultad de Artes de la Universidad de los Andes.
Hija del líder político liberal Germán Zea Hernández y nieta del médico y científico Luis Zea Uribe, fue la primera esposa del pintor Fernando Botero, entre 1955 y 1960, madre del político Fernando Botero Zea, del escritor Juan Carlos Botero Zea y de la presentadora de televisión Lina Botero Zea.
Gracias a su labor, además de lo gestado en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, lideró la restauración de gran importancia para la cultura del país como el Teatro Colón, el Camarín del Carmen, el Museo Nacional e incluso la Biblioteca Nacional.
La última escena
De hecho estaba a sólo 48 horas del estreno de una nueva temporada de ópera, de la mano del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá, con la presentación de Madama Buttefly, considerada la ópera más conmovedora de Giacomo Puccini.
Para lograr estos montajes con estándares internacionales, se asoció en coproducción con el Teatro Mayor y el apoyo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Madama Butterfly es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Ilica, que se ha convertido en uno de los títulos emblemáticos del género.
Esta ópera cuenta con dirección musical de Rodolfo Fischer, dirección escénica de Alejandro Chacón, la Fusión Filarmónica Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, el Coro de la Ópera de Colombia y un destacado grupo de cantantes internacionales.
La historia se desarrolla en Nagasaki, Japón, a finales del siglo XIX o principios del XX, época en la que Estados Unidos y Japón consolidaron una estrecha relación comercial. Tiene como personajes centrales a Pinkerton, teniente de la Marina norteamericana y a Cio-Cio-San, también conocida como Butterfly, una joven de 15 años de origen noble.
Pinkerton ha negociado con el casamentero japonés Goro su boda con Cio-Cio-San. El tío Bonzo de Butterfly, sacerdote budista, la maldice al saber que su sobrina se ha convertido al cristianismo y obliga a todos los parientes a renegar de ella. Pinkerton se marcha a Estados Unidos con la promesa de volver. Al poco tiempo de la partida, Cio-Cio-San tiene un niño, del que Pinkerton nunca se entera. Pasan los años y no hay noticia de Pinkerton, hasta que un día Sharpless, el cónsul de los Estados Unidos, le anuncia su regreso. Pinkerton regresa con una noticia inesperada. Una historia de amor llena de ausencias y un trágico desenlace
En los papeles principales estarán la soprano griega Alexia Voulgaridou (Cio-Cio-San), el tenor colombiano César Gutiérrez (Pinkerton), el barítono uruguayo Marcelo Guzzo (Sharpless), y la mezzosoprano turca Asude Karayavuz (Suzuki). El reparto lo completan los colombianos Manuel Franco, Juan Camilo Acuña, Sergio Martínez, Monica Danilov y Juan David González, con únicas funciones el 13, 15 y 17 de marzo.
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