"Hay cada vez más confianza por parte de los clientes colombianos hacia las subastas"

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Desde 2014 Bogotá Auctions se ha dedicado a la venta de arte, moda y otras antigüedades por medio de las subastas. Hasta ahora, según comenta su directora, Charlotte Pieri, la acogida ha sido buena en el país con cada vez más confianza por parte de los compradores.

Solo el año pasado vendieron $3.554 millones en seis subastas, casi 159,2% más que en el año de la pandemia. La meta para 2022, es realizar hasta 10 subastas especializadas.

¿Qué hace Bogotá Auctions?

Nos movemos en el mercado secundario, somos una plataforma en la que se comercializan bienes muebles y objetos de colección; dentro de esta categoría entran libros, esferos, vinos, moda, antigüedades, obras de arte.

Representamos a los vendedores y nada de lo que pasa a subastas nos pertenece a nosotros, somos intermediarios. Nosotros seleccionamos las piezas y ahí es importante el tema de la curaduría, que tengan valor histórico, artístico, patrimonial, decorativo, evaluamos la autenticidad.

¿Ha sido buena la acogida de compradores y vendedores?

Ambas partes siempre anhelan ver el próximo catálogo qué traeremos nuevo. Tenemos una tasa de venta por subasta de 85%, con lo que los vendedores saben que van a tener la posibilidad de que 85% de los lotes se vendan. Los compradores están felices de encontrar obras escasas, interesantes y a precios buenos.

La mayoría de los lotes que vendemos tienen precios de salida por debajo de los $5 millones, con lo que para acudir a una subasta no necesariamente hay que pagar mucho dinero. En nuestra subasta actual, la de moda vintage, por ejemplo, las pañoletas de Hermès empiezan desde $100.000. Entonces vemos que las subastas son un escenario en el que pueden participar todos los poderes adquisitivos según los intereses que tengan.

¿Cuál ha sido la subasta de mayor valor?

En precio, el récord se lo llevó el año pasado, en noviembre, un tapiz de Olga de Amaral que adjudicamos en $900 millones.

¿Cómo se beneficia un cliente que compra en subastas?

En nuestro caso, todo lo que vamos a subastar siempre está publicado en un catálogo público, con lo que el comprador sabe a qué precios van a salir las cosas; todo el proceso lo es; desde cómo está la pieza, el estado de conservación, cuánto creemos que pueda valer, en cuánto se subasta finalmente. Entonces, hay una transparencia en el mercado que no existe en otro ámbito, en el que también te puedes acercar a inspeccionar las piezas, medírtelas si es el caso, pedir reportes y todo eso genera confianza.

¿La compra de lujo sirve para salvaguardar el patrimonio?

Cuando compras en subastas compras piezas que tienen un valor que potencialmente nunca lo va a perder: se trata de un valor histórico, artístico o patrimonial, pero que compras a buen precio lo que se convierte en una inversión.

No hablo de especulación, de aumentar la inversión con valor agregado a largo o corto plazo, la idea es que lo que compres a un precio justo lo puedas volver a vender después y creo que el arte es un activo importantísimo, es una manera de invertir en un bien fácil de transportar, de conservar y almacenar.

Además tiene un plus que es lo más importante y es que lo puedes disfrutar, aporta a tu vida y tu goce personal. También lo vemos en el panorama internacional, el mercado es exento un poco a las crisis económicas o sanitarias.

¿Cuántas subastas tienen programadas para este año?

Vamos por la cuarta del primer semestre, en general tenemos un promedio de ocho subastas al año, a veces pueden ser más, por ejemplo, si hacemos una especializada en vinos en el segundo semestre van a ser nueve, pero hacemos entre ocho y diez según el año.

En cuanto a proyecciones, 2021 fue un año excepcional, de auge y yo no puedo partir de un excepcional para hacerlas, pero todos los resultados que tuvimos durante estas primeras subastas han sido muy buenas hemos alcanzado las metas, tanto en porcentaje de venta como en resultados, en incremento de piezas.

¿Los colombianos si llegan a las subastas?

Estamos fomentando la cultura de las subastas, al contrario de Brasil, México o Venezuela en su momento, Colombia no está todavía con esta cultura y tradición de acudir a las subastas pero hay cada vez más confianza con cosas muy claras.