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María Esther Panesso Mercado ya negoció 127 obras y tiene siete entregas para antes del 14 de julio
María Esther Panesso Mercado es administradora de negocios internacionales y jurista, ha creado diferentes emprendimientos como Cova.co del sector inmobiliario, y a su vez, tiene su propia firma, Mercado&Panesso Abogados, en la que además de resolver casos de derecho de familia, es su galería de arte en la que exhibe las obras que vende desde junio de 2020.
Resulta curioso cómo en medio de la pandemia, la abogada saltó del papeleo de su profesión natural a entrar en el negocio del arte, al cual, no le faltan clientes. Y es que la mayoría destaca la técnica con la que explora el óleo y que de hecho, hoy le permite exhibir figuras naturistas, lluvias de colores o incluso retratos de alto nivel como un Cerati que recibe a los visitantes.
¿Cómo decidió vender sus cuadros?
Ha sido mi gran pasión, llevo toda la vida pintando pero nunca lo vi como una carrera o una fuente de ingresos. Cuando inició la pandemia un amigo me pidió unas portadas de New Yorker, las hice, las publiqué y empecé a ver que eran muy comerciales, creé mi página de Instagram y he vendido 127 cuadros.
Ante este éxito ¿pensó en trabajar solo en el arte?
Yo personalmente pienso que me maté mucho estudiando como para dejar mi profesión tirada, adicionalmente la vida como independiente es muy dura, entonces entre más entradas es mejor. Hago las dos cosas, en el día soy abogada, pero llego a mi casa y pinto aproximadamente desde las 5:00 p.m. a las 2:00 a.m., es un tema 100% de disciplina.
¿Cuál es el ritmo de trabajo?
El médico me dijo que pinte tres horas y descanse media, estire y luego vuelva, porque los dolores de espalda son terribles. Inicio con cinco cuadros al tiempo; es importante dejar descansar el trabajo porque cuando vuelves a él, lo ves diferente.
¿Cómo logra el resultado?
A veces empiezo a pintar y no me queda bien y tengo que botar el lienzo. De eso se trata la vida, aprender a manejar la frustración y volverlo a hacer hasta que quede bien; mucha gente me dice que les dé tips, los doy y me escriben frustradísimos que no les quedó igual, es hasta chistoso, porque yo llevo muchos años y me he tirado 1.000 cuadros.
¿Cómo desarrolló su talento?
He tomado muchas clases con diferentes artistas sobre pintura en madera, de acuarela, de carboncillo y también he estado muy cercana al arte, la mejor amiga de mi abuela era la artista Carmen Susana de Grau y tengo una tía que pintó murales en Cartagena.
¿Por qué irse con el óleo?
Me casé con el óleo, es la pintura más fina, pero el mayor problema es que se demora en secar, aproximadamente un mes, un tarrito de óleo me cuesta $90.000, pero el brillo nunca te lo va a dar una acuarela, que cuesta $4.000.
¿Cuál es su estilo?
He tratado de no casarme con ninguno, por eso hay resultados muy diferentes de otros, puedes ver un paisaje, una cara o una portada de revista. Pintar es como meditar, yo me concentro demasiado, y estoy en el presente, le meto mucho amor.
¿Qué expresan sus pinturas?
Pinté dos leones, uno lo pinté estando triste y otro estando feliz y las personas que lo vieron, dijeron “este tiene la mirada triste y este la feliz” y es increíble como uno plasma en un cuadro de manera inconsciente lo que está sintiendo.
¿Cuál es el objetivo con su trabajo?
Lo que quiero es que todo el mundo pueda tener un buen cuadro en su casa, que sea accesible y con los mejores materiales.
Desde hoy y durante todo el fin de semana se realizará el primer fin de semana de la moda en la capital, con 160 eventos y muestras de marcas en cuatro circuitos
Destaca el ‘Jarrón con flores’ que fue pintado en 1956, un año clave en la trayectoria del maestro. La pieza tiene un precio de salida de $250 millones y puede alcanzar hasta $450 millones