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Actualmente Las marcas de ropa masculina le están dando sus propios giros a la prenda, bien sea con estampados o cambios en la forma
Las emblemáticas camisetas polo salieron a la luz en la década de 1920 cuando el francés René Lacoste jugador de tenis y ganador de varios torneos Grand Slam, no le gustaba la ropa tradicional del tenis y decidió diseñar algo mejor y más cómodo para practicar el deporte. A partir de allí y teniendo como base una prenda blanca, manga corta, de algodón, cuello plano y abotonada, el mundo ha visto una lenta evolución de esta camiseta que hoy puede juzgarse de aburrida o todo un clásico de la moda.
Si bien el formato se adaptó notablemente a diseñadores, industrias y marcas sin mayores cambios y manteniendo la estructura básica tradicional, en los últimos meses personajes destacados como Michael B. Jordan y Chris Evans han aparecido en llamativos conceptos de colores adaptados a la camiseta, lo que parecen indicar que las polos podrían estar experimentando una evolución no muy arriesgada pero sí novedosa que se sale de la prenda monocromáticas tradicional que todos conocemos.
Para Daniela Restrepo, creadora digital y diseñadora de marca, la creación de una prenda que se vuelve icónica por su forma más allá de los diseños que la acompañan, no es algo fácil de lograr; es por eso que muchas marcas, al encontrar esa pieza que funciona y los caracteriza, pocas veces se arriesgan a que sufra evoluciones drásticas.
Pero, por más clásica que sea esta prenda, en 2022 la polo desempeña un papel diferente, telegrafiando un estilo muy individual. Las marcas de ropa masculina y diseñadores le están dando sus propios giros a la camisa bien sea con estampados llenos de color o cambios en la estructura como la versión del diseñador Maison Margiela, hecha en una tela a cuadros con flecos en la cintura.
“La camiseta es un clásico que te puede ayudar a expresar una idea individual, se convierte en una herramienta de comunicación no verbal, y claro que puede sufrir cambios y evoluciones, pero la prenda es lo que es, su estructura se mantiene y a partir de allí los diseñadores no crean algo nuevo con esta estructura en particular, más bien lo adaptan a su concepto y se expresan a través de ella”, explicó María Luisa Ortiz diseñadora y consultor creativo.
En la industria laboral, por ejemplo, esta camiseta se ha convertido en la prenda de dotación para los trabajadores y colaboradores, además de ser el regalo perfecto en las convenciones empresariales. Así que, aburrida o no esta prenda es un clásico que conserva casi todos los elementos de su diseño original.
En Colombia, estas camisetas son producidas en la mayoría de talleres de confecciones y no dejan de ser una prenda recurrente en los pedidos. Dolly Colorado, dueña de un taller de confecciones, explicó que entre sus pedidos semanales vienen por lo menos 1.000 camisetas tipo polo, siempre de un color y mismo formato de tela.
Finalmente, y entendiendo la importancia que marcan las prendas clásicas como el jean o la camiseta tipo polo, son muy pocos los cambios estructurales que sufren éstas desde su creación. Y, aunque a René Lacoste, le costaría reconocer diseños tan extravagantes como los de hoy día, no cabe duda que la camisa se adaptó a todos los estilos sin perder su estructura y originalidad.
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