“La industria del cine colombiano necesita mayor protección a nivel nacional”

Tras la nominación al Oscar del ‘Abrazo de la Serpiente’ en 2016, el cine colombiano ganó protagonismo tanto a nivel local e internacional. Un ejemplo de ello es la película ‘Wajib invitación de boda’, una producción que le permitió a la cineasta Cristina Gallego incursionar en el cine de esa nación por primera vez.

Esta producción que se estrenará en las salas de cine del país el próximo 22 de noviembre contó con el apoyo de la productora Ciudad Lunar, la cual está radicada en Colombia y fue creada por Gallego y su esposo Ciro Guerra, quienes dirigieron ‘Pájaros de verano’, una de las cintas favoritas para entrar a la selecta lista de nominados a los Oscar en 2019.

A pesar de las buenas noticias para el cine nacional y de su notable ascenso en los últimos años, Gallego dijo a LR que a la “industria del cine colombiano le hace falta una mayor protección”. Además, aseguró que aún hay varias barreras para el cine local y habló acerca de las expectativas que tiene junto a Guerra con la película que dirigieron juntos: ‘Pájaros de verano’.

¿Qué dificultades ha identificado que enfrenta el cine colombiano?
La primera es la del financiamiento. Es muy difícil hacerlo acá, ya que el fondo para hacer películas locales es muy pequeño y se dedica a la producción, pero no tanto a preguntarse qué pasa con la distribución y con el encuentro con el público.

¿Qué falta por hacer?
Lo anterior permite decir que hay un gran trabajo por hacer en el corto plazo sobre la formación de públicos y sobre la penetración de nuestro cine dentro del consumo cultural. Esto es lo más complejo, sin embargo, no es una situación exclusiva de Colombia, sino de los país que no protegen su cinematografía y permiten que las cintas de Hollywood se lleven 80% del mercado.

¿Hace falta protección para el cine nacional?
Sí, siento eso, pero también no es una cosa solamente de protección, sino de ver qué pasa con el mercado, de analizar, de integrar la producción con la distribución con nuestro público.

¿Cómo están los profesionales de la industria cinematográfica en el país?
La gente, en todos los niveles técnicos, está a nivel internacional. Pero, en la medida que se formen más directores y escritores, nuestras producciones pueden alcanzar niveles más altos y conquistar más públicos.

¿Es caro hacer cine en Colombia?
Todo depende. Si uno lo compara con una película palestina es muy caro, pero si lo comparas con una danesa, es barato.

¿Cómo se ven las producciones nacionales en el exterior?
El cine colombiano no se mueve tanto afuera, pero desde el exterior ven a la industria nacional como vibrante, emergente, joven y con expectativas.

¿Cuál es el panorama de la industria?
Creo que está aumentando, que está abriéndose. No solamente a fomentar el crecimiento del cine colombiano, sino a la cualificación de técnicos y dineros que se mueven en torno a la industria audiovisual. Hay dos leyes para cine colombiano y otra para filmaciones extranjeras que se realizan en Colombia, esta segunda norma ha generado un movimiento muy grande de entrada de divisas al país y de participación en el cine norteamericano.

¿Qué le interesó de la historia palestina para coproducir?
Me gustó que el cine de este lugar del mundo, es decir el cine palestino, tiene muchas restricciones. Pero, en general siempre he sentido una conexión muy fuerte con el cine de Medio Oriente. Además, siento que ese cine acá funciona muy bien en el mercado, ya que a pesar de que somos muy distantes tenemos cosas parecidas con ellos. Entonces me interesó poder entrar dentro de esa película, poder hacer esa primera coproducción con ese país que en ese momento (hace tres años), no era un Estado legalmente para Colombia.

¿Por qué la sensibilidad con ese tipo de historias?
La propuesta de Ciudad Lunar siempre se ha destacado por su notable interés por abordar historias de las que no se hablan y que son tabú. Es por esto que se aceptó esta propuesta, ya que el pueblo palestino es un gran misterio para el mundo.

¿Qué porcentaje de la coproducción tiene Colombia?
Para que en Colombia sea legal una coproducción tiene que tener 20%, junto a una participación artística y técnica. Por eso una de las actrices de ‘Wajib invitación de boda’ es colombopalestina. A eso se suma una parte del equipo técnico y artístico.

¿Cuáles son las expectativas que tiene al traer esta producción a Colombia?
Esperamos que la película se vea. La mayoría de nuestras expectativas están en que en Colombia hay una gran presencia palestina, en particular hacia el norte del país, por lo que nos gustaría que esos lazos que están se estrecharan un poco.

¿Cómo va ‘Pájaros de verano’?
Vamos de gira, haciendo promoción para que se vea en cada país y lugar, ya que la película fue vendida a muchos territorios, por lo que aún quedan estrenos. Tenemos que hacerle un buen acompañamiento en la promoción de la película. Esto se le suma a todo el proceso para el Oscar, hay que presentársela al público, a los votantes y a la Academia.

Pájaros de Verano
Dirigida por Ciro Guerra y Cristina Gallego

En la época de la llamada ‘bonanza marimbera’ el lucrativo negocio de la venta de marihuana a EE.UU. fue un presagio de lo que marcaría a un país por décadas. En La Guajira, una familia Wayúu vivirá en carne propia las consecuencias del choque entre la ambición y el honor. Esta producción está en carrera para ser una de las películas nominadas a los Oscar 2019.

Wajib invitación de boda
Dirigida por Annemarie Jacir y producida por Cristina Gallego

Abu Shadi es un padre divorciado y maestro de escuela de unos sesenta años que vive en Nazaret. Después de la boda de su hija en un mes, vivirá solo. Shadi, su hijo arquitecto, llega de Roma después de años en el extranjero para ayudar a su padre a entregar personalmente las invitaciones de boda a cada invitado según la tradición palestina. Se estrenará el 22 de noviembre en Colombia.