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La australiana de 25 años cosechó más de US$47 millones durante su trayectoria y mantiene contratos con marcas como Fila y Head
La tenista número uno del ranking de la WTA (Women’s Tennis Association) Ash Barty revolvió al mundo del tenis este miércoles, cuando anunció su retiro a los 25 años, en el mejor momento de su carrera y solo dos meses después de ganar su tercer título de Grand Slam en el Abierto de Australia.
Así como ella, otras grandes estrellas del mundo del deporte se han retirado de imprevisto, en temporadas importantes y dejando de lado no solo más trofeos sino también millones de dólares en posibles premios.
Casos como los de los tenistas Justine Henin y Björn Borg vienen a la memoria, pues sus despedidas se dieron en momentos considerados atípicos en el mundo del deporte, pues todavía contaban con la posibilidad de seguir en la cima por muchos más años.
“Sé lo mucho que hay que trabajar para sacar lo mejor de uno mismo (...) Ya no tengo eso en mí”, dijo Barty en un video publicado en su cuenta de Instagram. “Ya no tengo el impulso físico, las ganas emocionales y todo lo que se necesita para desafiarte a ti mismo al máximo nivel. Estoy agotada”, añadió.
Barty cosechó más de US$32 millones por sus resultados deportivos y más de US$15 millones por patrocinios. La tenista todavía tiene contratos con marcas como Fila, Jaguar, Head, entre otras.
Uno de los casos de retiros jóvenes más emblemáticos fue el de Michael Jordan, que se alejó de las canchas por primera vez en 1993, luego de haber conseguido su tercer campeonato de la NBA a los 30 años, una edad a la que muchos otros basquetbolistas no contemplarían esa decisión. En ese entonces, la estrella de los Chicago Bulls ganaba US$4 millones por año.
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