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Gucci, Burberry y Alexander McQueen son algunas de las casas de moda que se suman a un mercado que crecerá 15% anualmente
Aunque hasta hace unos años comprar cosas de segunda mano era poco común, e incluso mal visto, entre las personas de mayor poder adquisitivo, el alza de los precios de las principales casas de lujo ha llevado a varios a esta alternativa, no solo por ser más amigable con el bolsillo, sino también por preocupaciones ambientales.
"Los artículos de lujo se pueden revender por alrededor de las tres cuartas partes de su precio original, siempre que sean relativamente nuevos y estén en perfecto estado, según los ejecutivos de la industria. Los precios de los artículos antiguos usados pueden variar mucho según el artículo en cuestión", explicó el Wall Street Journal.
Prueba de ello es que el año pasado la venta de artículos de lujo usados creció 65% frente a 2017, en comparación con la variación de 12% que tuvieron los productos nuevos de esa categoría, según un estudio de Bain & Co. La consultora, además, espera que el usado de lujo crezca a una tasa de 15% anual en los próximos cinco años.
Frente a un panorama que amenaza las ventas de los grandes grupos, algunas marcas se están subiendo al tren del mercado del usado. Es, por ejemplo, el caso del fabricante de Gucci, Stella McCartney o Burberry, que han ofrecido a sus clientes la posibilidad de recomprar sus productos para venderlos luego a un menor precio, o enviarlos a e-commerce especializados en moda de segunda, como The Real Real, a cambio de una participación. Alexander McQueen, ofrece comprar sus productos directamente y se los revende a Vestiaire con el sello de "aprobado por la marca".
"Algunos consumidores compran artículos de lujo con la intención de usarlos por un tiempo, y luego los venden de nuevo para recuperar la mayor parte del costo" dijo Rati Sahi Levesque, co-CEO de RealReal, al WSJ, agregando que el razonamiento de las personas es recuperar entre 70% y 80% de lo que pagaron cuando ya no quieren usarlos más.
Sin embargo, otros pesos pesados de la industria, como Hermès, Louis Vuitton o Chanel se oponen a la tendencia. “Esto no es algo que Hermès aliente”, dijo Axel Dumas , director ejecutivo del fabricante de carteras Birkin, al respecto, anotando que un margen en el mercado de segunda mano "iría en detrimento de nuestros clientes normales que vienen a las tiendas”.
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