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De las primeras 10 que más ganan dinero, nueve son norteamericanas. El patrocinio de las marcas y su poderío, la clave del éxito
Estados Unidos es, de lejos, la potencia del fútbol femenino. Es la selección que más copas del mundo tiene desde que fue creado este torneo, en 1991. Pero no solo lo es en materia deportiva. De acuerdo con un listado de Forbes, las jugadores norteamericanas lideran, además, el escalafón de las que más plata ganan del torneo (son 700 futbolistas) que se disputa actualmente en Australia y Nueva Zelanda, competencia en la que también participa la Selección Colombia, que comparte el Grupo H del torneo con Corea del Sur, Alemania y Marruecos.
La futbolista que más gana es la norteamericana Alex Morgan, quien es delantera en el equipo profesional San Diego Wave, y que cuenta con ingresos de US$ 7,1 millones. Hay que tener en cuenta que este dinero no proviene solo de lo que gana dentro del terreno, pues Morgan es imagen de grandes marcas como Nike, además tiene un compañía de producción. La reciente contratación con San Diego Wave hizo que sus ingresos llegaran a este valor.
“Con el fútbol femenino sucede lo mismo que con el masculino. Eso es relativo a la selección o el club en el que esté jugando. También, en la importancia de imagen y publicidad que tenga la jugadora. El fútbol femenino americano tiene mucha relevancia e importancia, por los Mundiales ganados y demás. También entra lo de los clubes independientes en el que esté la futbolista. El valor de las jugadoras norteamericanas es alto porque la valorización de esa liga también lo es”, explica Mario Sarmiento, Chief Scout de la Agencia Alda Group S.A.S.
Y es que las futbolistas norteamericanas parten con ventaja salarial respecto al resto de futbolistas mujeres del mundo gracias al gran acuerdo alcanzado con la US Soccer, la federación estadounidense, para equiparar sus sueldos a los de la selección masculina y al reparto de los premios en partes iguales, lo que tanto trabajaron para que esta situación sucediera.
Las jugadoras de EE. UU. devengan la mayor parte de su sueldo de la federación, de la que también reciben abultados premios por su rendimiento. La selección femenina se repartió US$ 6,4 millones por los octavos de final alcanzados por el equipo masculino en Catar.
Muy cerca de Morgan aparece Megan Rapinoe, con US$6,9 millones. En temas futbolísticos le ingresaron US$700.000, el resto es por sus campañas de publicidad y su propia compañía de producción.
Cierra el podio de las futbolistas del Mundial que más ganan, la jugadora española del Barcelona, y dos veces ganadora del Balón de Oro, Alexia Putellas, con US$4 millones. Igual que las anteriores, tiene unos poderosos contratos publicitarios con marcas como Mango, Oackley, Visa, Nike, Allianz o Hublot que le generaron, se estima, US$3,2 millones. Mientras que los US$800.000 adicionales los cobró por su actividad dentro del terreno de juego.
La joven delantera de 21 años, también estadounidense, Trinity Rodman (del Washington Spirit) es la cuarta mejor jugadora pagada, gracias a un jugoso contrato de US$1,5 millones que tiene firmado con Adidas, marca con la que viene trabajando desde hace un tiempo, y quien además es hija del legendario basquetbolista de los Chicago Bulls, Dennis Rodman.
Estos salarios de las futbolistas que disputan el torneo orbital, hacen que muchos se pregunten cómo, por ejemplo, las jugadoras de la Selección Colombia Femenina, podrían ganarse, al menos, una cifra cercana. La respuesta es sencilla, de acuerdo con Carlos González Puche, director de Acolfutpro: “tienen que irse a otro país”.
Lo que ganan afuera
En relación con lo explicado por Carlos González, la única opción que tienen las jugadores del país es irse a mercados más grandes en los que, además, hay ligas todo el año y el fútbol femenino está profesionalizado. En Colombia, la Liga Femenina solo dura un corto periodo de tiempo. Ejemplo de ello es Linda Caicedo, quien actualmente juega en el Real Madrid. De acuerdo con medios de ese país, su salario en el equipo blanco es de aproximadamente US$277.000 al año, pero es importante tener en cuenta que esto es solo por su labor como jugadora. Las marcas son las que le jalonan los salarios.
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