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La Medalla Vencedor de Boyacá y el guardapólvora de la época son algunos de los elementos que guardan las memorias de Independencia
Este lunes 7 de agosto se conmemora la Batalla de Boyacá de 1819 como simbolismo y homenaje para las personas que dieron su vida por la Campaña Independentista en el Puente de Boyacá. Según la historia nacional, luego de esa fecha los territorios que hoy se conocen como Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá constituyeron la nación conocida como la Gran Colombia, la cual existió hasta 1830.
El Museo Nacional de Colombia reúne reliquias de aquel suceso histórico en sus aposentos. Uno de los más llamativos es la Medalla 'Vencedor de Boyacá', hecha en plata fundida, soldada, dorada y ensamblada.
De acuerdo con los informes del Museo, "la vanguardia del ejército del rey estaba al mando del general José María Barreiro (1793-1819) y la retaguardia se hallaba bajo las órdenes del coronel Francisco Jiménez. En las filas patriotas, el coronel Juan José Rondón (1790-1822) comandaba el escuadrón de caballería de Llano Arriba que atacó por el centro junto con el Batallón Primero de Barcelona y los Bravos de Páez".
El general José Antonio Anzoátegui (1789-1819) estuvo al mando de dos batallones y un escuadrón de caballería. Por la izquierda, el general Francisco de Paula Santander (1792-1840) lideró al Batallón Cazadores de vanguardia, al batallón de línea y los guías de retaguardia (Soublette, 1989, p. 244). En sus escritos autobiográficos, Santander resalta la labor del general Simón Bolívar (1783-1830) quien, en sus palabras, estuvo “presente en todos los puntos de acción, dio órdenes precisas para hacer brillar el valor de las tropas, el esfuerzo de los jefes y oficiales, y terminar de una vez la obra que había tomado a su cargo".
Otra de las reliquias de la época atesorada por el Museo Nacional es el guardapólvora de la época de la Independencia, que está hecho en acero cincelado, cuerno y latón ensamblados.
Aunque hay detalles que se perdieron en la historia, lo claro fue que el resultado en el Puente de Boyacá, pues Santafé, a 120 kilómetros de distancia del campo de batalla, dejó de estar bajo dominio español.
También se conserva el grabado en cobre sobre papel del artista francés J.M. Darmet, que retrató la histórica Batalla de Boyacá.
Tras meses de la batalla, las guarniciones realistas se rebelaron en Pamplona y Ocaña, hubo revueltas en Mompox y las guerrillas republicanas ocuparon El Socorro, Riohacha y Popayán.
"Si al finalizar el año de 1819 la situación del régimen español en la Nueva Granada era crítica, un año después la Corona también tuvo que enfrentar revueltas en España. El impacto de la revolución de 1820 contra el gobierno de Fernando VII, junto con la continua lucha de los republicanos por la libertad, llevó en los años siguientes a la independencia de la mayor parte de los territorios americanos que formaban parte del Imperio español", narra la historia del Museo.
Otro elemento conservado en el Museo es la acuarela en tinta china sobre papel del Uniforme de Guías de Bogotá, hecho por Y. Aliriventz.
Finalmente, otras de las reliquias de la Independencia están en la Quinta de Bolívar, que hoy es una casa museo, ubicada en la calle 20 con carrera 2. De hecho, todos los domingos son de entrada gratuita desde las 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m.
Según el Banco de la República, su construcción inició hacia 1800, cuando José Antonio Portocarrero, contador de la Renta de Tabaco de Santafé, adquirió los predios. En 1820, la Quinta fue comprada por Francisco de Paula Santander, en aquel entonces presidente de la Gran Colombia, y por el gobernador de Cundinamarca.
Fue obsequiada a Simón Bolívar, quien la habitó de manera intermitente hasta 1830, año en que la donó a José Ignacio París. En 1919, la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá la recuperó y convirtió en Museo.
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