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Las pasarelas del evento dejaron ver las novedades en el diseño de vestidos de bodas, los colores dejaron atrás el tradicional traje blanco
La ciudad amurallada fue el epicentro del evento anual de la industria de las bodas con el ‘Cartagena Wedding Dreams + Wedding Forum 2024’, el cual congregó desde wedding planner hasta diseñadores de modas para revelar las últimas novedades en el sector.
Allí, entre otras cosas, se presentaron, mediante una pasarela en el Camellón de los Martires, las tendencias en vestidos de novia y novio, a cargo de una pasarela realizada por las diseñadoras Lina Cantillo y Beatriz Camacho.
Modelos tradicionales y otros más disruptivos fue lo que se dejó ver en el desfile. Por el lado de los trajes de boda para hombre, la diseñadora Lina Cantillo apostó por 30 diseños en su nueva colección, llamada ‘Tribe’. “Es un nuevo concepto de un nuevo hombre, de un nuevo novio. Mostré unos bloques de colores, de contrastes y de combinaciones, pues quería reflejar algo distinto, ya que no iba a hacer capaz de hacer 30 muestras solo con trajes tipo smoking y con colores negros o cremas. Me quise salir de lo usual, no hubo muchas guayaberas, ni mucho lino”, expresó.
En cambio, la diseñadora se fue por tonos de colores minerales, terrosos, amarillos, verde oliva o mostaza.
“Me gusta ser más genuina, no me gusta seguir tendencias. La gente esperaba trajes con tela de lino. Pero me fui por diseños inspiradas en esas tribus del desierto. Por ejemplo, esa chaqueta crema que muchos usan para su smoking tropical, la terminé combinando con una camisa amarilla, con un pantalón verde de bota recta y de prenses. Los corbatines son de amarrar, pero se usaron sueltos. Fue una tendencia muy individual, el hombre de hoy busca su propio estilo”, dijo Cantillo.
Esta línea de negocio de bodas representa para la marca Lina Cantillo casi que 70% de sus ventas.
En cuanto a las tendencias de boda para las novias, los colores más allá del blanco tradicional también fueron los que marcaron la parada.
“Los vestidos no pueden ser un objeto más de la novia, deben ser la esencia de cada una de ellas. Así que en la pasarela mostramos la diversidad de las mujeres, el sueño de cada una de ellas el día de sus bodas. Hay opciones para que la que es bohemia, la que se quiere casar en la playa, la que quiere brillar, o para la que quiere ser una princesa. Fue una reunión de mujeres”, dijo la diseñadora cartagenera Beatriz Camacho.
En cuanto a las tonalidades, los colores en tendencia que se vieron durante la pasarela para vestidos de novia fueron el plateado, el dorado, el marfil, el blanco hueso y el oro rosa. En los diseños resaltaron los vestidos de dos piezas y cortos. Y los tradicionales, pero con mucho brillo. “Lo que se mostró es que el vestido de la novia dejó de ser el que ponían las mamas, para ahora ser es el que elija cada mujer”, expresó Camacho. En su marca, las ventas de vestidos de bodas representan alrededor de 50% del total. Además, anunció que se prepara para abrir su nueva tienda en Bogotá en el centro comercial El Retiro en octubre.
Recogiendo las tendencias en los vestidos de novia, Johana Agudelo, directora del Wedding and Event Planner del Hotel AC85, dijo que los trajes con un aire bohemio siguen siendo populares, pero este año se han actualizado con toques modernos.“Piensa en siluetas fluidas, tejidos ligeros y detalles intrincados como bordados florales y encajes delicados. Estos vestidos suelen incorporar mangas largas y volantes suaves, perfectos para las novias que desean un look romántico y relajado”, dijo.
En cuanto a las novedades, los sostenibles (ver recuadro) y los minimalistas, están en auge. Líneas simples, tejidos de alta calidad y detalles estructurales.
Johana Agudelo, directora del wedding and event planner del Hotel AC85, dijo que, con una creciente conciencia sobre la sostenibilidad, muchas novias están optando por vestidos de materiales reciclados o tejidos orgánicos. “Diseñadores están creando colecciones que no solo son amigables con el medio ambiente, sino que también son absolutamente deslumbrantes. Vestidos vintage o de segunda mano también están ganando terreno, permitiendo a las novias reducir su huella ecológica y al mismo tiempo lucir espectaculares”, dijo.
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