Las auroras boreales, también conocidas como las “luces del norte”, son uno de los fenómenos naturales más llamativos, que se produce cuando partículas cargadas del Sol, llamadas viento solar, chocan con el campo magnético de la Tierra y entran en nuestra atmósfera. Allí, estas partículas interactúan con oxígeno y nitrógeno, generando luz en varios colores, como verde, rojo, azul y violeta, que ilumina el cielo nocturno.
Cada año, millones de personas viajan a diferentes rincones del mundo en busca de una experiencia única: presenciar las auroras boreales. National Geographic destacó varios destinos donde las condiciones son óptimas para observar este espectáculo natural.
Finlandia: La Laponia finlandesa es uno de los destinos más recomendados para ver auroras boreales, gracias a su lejanía de la contaminación lumínica y su alta frecuencia de apariciones. En Rovaniemi, las auroras pueden observarse hasta 150 noches al año. Destinos como Kemi, Saariselkä (Inari), Levi (Kittilä) y Ylläs ofrecen instalaciones como iglús y cabañas de cristal, diseñadas específicamente para disfrutar del cielo nocturno desde la comodidad del interior, incluso en las noches más frías del invierno ártico.
Noruega: Noruega ofrece dos zonas privilegiadas para la observación de auroras: Tromsø y las islas Lofoten y Vesteralen. Tromsø es conocida como la puerta de entrada a la Laponia noruega y el Cabo Norte, uno de los puntos más septentrionales de Europa continental. Las islas Lofoten, con sus montañas dramáticas y fiordos profundos, ofrecen un telón de fondo espectacular para las luces danzantes del cielo, especialmente entre septiembre y marzo.
Islandia: Reykjavik es una de las pocas capitales del mundo donde se pueden ver auroras boreales desde dentro de la ciudad, aunque las mejores vistas se obtienen alejándose de la contaminación lumínica, en lugares como el Parque Nacional de Thingvellir o Vatnajökull, el glaciar más extenso de Europa. Otros puntos recomendados incluyen Stokksnes y Kirkjufell, y el área alrededor de Sun Voyager, una escultura emblemática de Reykjavik.
Suecia: En la Laponia sueca, el Parque Nacional de Abisko es un lugar destacado para ver auroras boreales debido a su clima seco y despejado, lo que lo convierte en uno de los lugares más óptimos en Europa para esta actividad. La Aurora Sky Station, ubicada en el corazón del parque, ofrece una experiencia única con telesillas que permiten ascender a puntos de observación privilegiados. En la ciudad de Porjus, se han instalado cámaras web en vivo para monitorear las auroras, facilitando a los visitantes encontrar la mejor ubicación para presenciarlas.
Estados Unidos (Alaska): Alaska es, sin duda, el mejor lugar en Estados Unidos para observar auroras boreales. Fairbanks es uno de los destinos más conocidos y ofrece la oportunidad de ver auroras casi todas las noches claras de otoño a primavera. Anchorage, con sus cielos oscuros y noches largas, también es ideal, mientras que Coldfoot, Deadhorse y Prudhoe Bay proporcionan vistas sin interrupciones y un entorno más remoto, lo que mejora la experiencia de contemplar las luces del norte.
Canadá: En Canadá, Yellowknife, en los Territorios del Noroeste, se ha ganado el título de “capital mundial de la aurora boreal”. Las luces son visibles desde septiembre hasta marzo, y la región ofrece centros educativos como Astronomy North, donde los visitantes pueden aprender más sobre este fenómeno. Además de Yellowknife, lugares como Whitehorse y Churchill también son excelentes para ver auroras, con la posibilidad adicional de observar osos polares en ciertas épocas del año.
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