"Si queremos subsistir en el diseño, tenemos que reinventarnos" Mario Hernández

Hoy se entregará el Premio Mario Hernández, un reconocimiento dirigido a las jóvenes promesas del diseño, con especial atención al desarrollo de la innovación a partir de la investigación. Para escoger a los ganadores, el empresario y diseñador colombiano, junto con su equipo, revisaron alrededor de 800 propuestas, el doble de las enviadas para la edición del año pasado. Sobre este proceso, el futuro de la marroquinería en Colombia y el reto de los nuevo diseñadores habló Mario Hernández, fundador de Marroquinera S.A..

¿Cómo está compitiendo Mario Hernández con las marcas europeas y los productos chinos?

En América, desde Canadá hasta Chile, no hay marcas que estén haciendo lo que nosotros hacemos: competir con las firmas europeas grandes creando una marca totalmente diferente en un país tan difícil como el nuestro; pues aquí no hay mucha materia prima ni mano de obra especializada, y por eso nos toca formarla. Hace 15 años, una moda se demoraba en llegar dos o tres años a Colombia. Ahora, eso pasa inmediatamente. En un país con la apertura que tenemos y con los Tratados de Libre Comercio, las marcas internacionales entran fácilmente. Eso significa que si queremos subsistir en el diseño, tenemos que estarnos reinventando: eso aplica para cualquier sector.

¿Cómo se está reinventando Mario Hernández?

Desde Mario Hernández estamos anticipando las tendencias de la moda un año y medio. Estamos trabajando como las grandes marcas europeas, yendo a ferias, no de producto terminado, sino de materias primas, que es a donde van los diseñadores a ver de dónde vienen las tendencias.

Y estamos trabajando como en Brasil: 10% del trabajo se dedica al concepto, 30% al desarrollo de la idea y 60% a la comercialización. Además, Mario Hernández siempre ha sido color, entonces usamos los tonos a partir de cómo se viste la gente joven. Nosotros queremos ser internacionales y debemos considerar todos esos aspectos. Ya tenemos la inspiración para la colección 2019-2 y estamos trabajándole a la del año entrante.

Con esto, ¿qué crecimiento han registrado?

Somos sólidos. No crecemos ‘a la loca’, lo hacemos donde podemos. Tenemos cubierto el mercado colombiano, pero nos ha afectado mucho la situación de Venezuela, porque tenemos 16 tiendas allá y la mitad de la fábrica parada.

¿El Premio Mario Hernández está asociado a este impulso por la reinvención del diseño?

Siempre hemos creído que si debemos competir, es con diseño. Y como si fuera un hijo, eso se logra con preparación.

Me di cuenta de eso, por lo que montamos con mi hija María Fernanda el premio, con el fin de entusiasmar a estos jóvenes a investigar y a ser creativos. Con este reconocimiento se dan dos becas en el Instituto Europeo de Diseño y una pasantía de seis meses en Mario Hernández.

¿Qué opina de que existan diseñadores que imiten las creaciones de Mario Hernández?

Tenemos la identidad bien definida, nosotros no copiamos, somos creativos. Y qué bueno que me copien, porque copian es a los buenos. Eso me pasaba cuando estaba empezando: yo miraba a los grandes, quería ser como ellos y los copiaba. Hoy en día, ni siquiera voy a las ferias de productos terminados.

Ahora usted es ejemplo para otros emprendedores, incluso lo invitan a dar conferencias.

Me he vuelto un influenciador, soy un YouTuber, y me tienen como ejemplo de empresario en Colombia. Yo soy un empresario pequeño que hace lo que le gusta y quiero ser el mejor en esto. Todo el mundo quiere que dé conferencias en la s universidades sobre cómo se puede salir adelante con constancia, amor y humildad. Tengo la obligación de hacerlo para construir un mejor país entre todos.

Ahora que se está viendo mucho material sintético en los diseños, ¿cuál es su diagnóstico del sector de la marroquinería?

En el mundo ha cambiado todo, no solo en el sector de la marroquinería. Antes, las maletas de equipaje eran solo cuero y ahora no es así. Se ha reemplazado por sintético porque es liviano y menos costoso.

Por eso, el negocio de la marroquinería ha venido cambiando, ahora trabaja con un producto muy exclusivo, que necesita muy buenos materiales, muy buena mano de obra y llega a un segmento de poder adquisitivo alto.

En Colombia, antes se exportaban US$40 millones en productos de cuero, hoy las ventas externas de calzado y cuero alcanzarán escasamente entre US$10 o US$15 millones. Este negocio desapareció porque hoy la gente quiere un producto con identidad, moda, calidad y diferenciación. De hecho, en el país quedamos muy poquitos que trabajamos con esos estándares.