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Lionel Messi junto al propietario del Inter Miami, Jorge Mas, y el locutor Rodolfo Soules luego de ser homenajeado tras su triunfo en la Copa América.
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Los valores de los equipos de la MLS aumentaron US$3.200 millones desde que la superestrella argentina llegó a Miami
Messi alimenta un auge de riqueza en el fútbol estadounidense que corre el riesgo de desmoronarse una vez que se haya ido
Los valores de los equipos de la MLS aumentaron US$3.200 millones desde que la superestrella argentina llegó a Miami. Ahora, la liga de fútbol estadounidense contempla qué sucederá después de que se retire.
El multimillonario Jorge Mas ha sido bueno para Lionel Messi, ayudando a la superestrella argentina a monetizar su estrellato mundial en el escenario estadounidense.
Messi, a su vez, ha sido muy bueno para Jorge Mas.
Poco más de un año después de que Messi sorprendiera al mundo del deporte al dejar el Paris Saint-Germain por el Inter Miami, la suerte del otrora equipo en dificultades y su liga emergente se han transformado.
Impulsado por los aproximadamente 625 millones de seguidores de Messi, el Inter Miami, propiedad de Mas, su hermano José y la leyenda del fútbol inglés David Beckham, es ahora el equipo deportivo estadounidense más popular en las redes sociales. Los ingresos han aumentado casi cuatro veces hasta los US$200 millones de dólares, dice Mas, los aficionados han batido récords de asistencia y la camiseta rosa del Inter Miami de Messi es la más vendida del mundo.
El impacto va mucho más allá de Miami, también. La Major League Soccer dice que sus equipos han agregado US$3.200 millones en valor desde su transferencia. A los 37 años, Messi se ha convertido en la mayor fuerza impulsora del fútbol estadounidense mientras el país se prepara para albergar la Copa del Mundo de 2026 con Canadá y México. A principios de este año se convirtió en el primer jugador de fútbol en clasificarse como el atleta favorito de los estadounidenses, según SSRS.
Mas, un ejecutivo de construcción de Miami e hijo del legendario líder del exilio cubano Jorge Mas Canosa, predice que el efecto Messi tiene aún más margen de maniobra y que el valor del Inter Miami aumentará a US$2.000 millones a fines del próximo año. Eso sería un aumento de más del triple desde 2022.
“Anticipaba que aquí en Miami sería increíble, agotaríamos las entradas de los estadios”, dijo Mas, de 61 años, en una entrevista desde su oficina de Coral Gables. “Pero cuando ves la reacción cuando viajamos, están llenos por Messi”.
Por ahora. El dilema para Mas y otros propietarios es cómo mantener esos asientos ocupados cuando él ya no esté.
El contrato de Messi expira al final de la temporada 2025, cuando habrá superado varios años la edad en la que los futbolistas de élite suelen retirarse. Antes de regresar a la cancha el fin de semana pasado, no había competido desde que se lastimó el tobillo en la final de la Copa América el 26 de julio y se había perdido más de dos docenas de partidos para el Inter de Miami y Argentina desde que se mudó al sur de Florida.
Mas confía en que la mayor estrella del fútbol estadounidense decida jugar por más tiempo. Y los propietarios de los equipos están aumentando el gasto, buscando aprovechar un aumento en el entusiasmo por el fútbol masculino y femenino impulsado por Messi y la Copa del Mundo que se acerca.
Se están construyendo nuevos estadios, incluido uno de US$780 millones en Queens, Nueva York, así como la nueva sede del Inter Miami, de US$425 millones. Se están considerando otros, como una nueva sede para el New England Revolution de Robert Kraft en Everett, Massachusetts.
Pero esto plantea la pregunta de cuán rápido puede seguir creciendo el deporte sin el talismán argentino, especialmente para el Inter Miami, que está en auge.
“¿Mis hijos, sus hijos, querrán comprar camisetas del Inter Miami cuando Messi no esté allí?”, dijo Simon Kuper, autor de The Barcelona Complex: Lionel Messi and the Making –and Unmaking– of the World’s Greatest Soccer Club.
La importación de estrellas envejecidas tiene una larga tradición en el fútbol estadounidense. El brasileño Pelé salió del retiro en la década de 1970 para jugar en el New York Cosmos. El siguiente acontecimiento trascendental fue la marcha de Beckham de Europa al LA Galaxy en 2007. Otros iconos, como Thierry Henry, Wayne Rooney y Zlatan Ibrahimović, se unieron después a la liga estadounidense. Su poder estelar dio un impulso a corto plazo al juego, pero el fútbol estadounidense sigue estando lejos de ser tan popular como el fútbol americano, el baloncesto, el béisbol o el fútbol europeo.
Messi está en camino de ser multimillonario cuando se retire, si no lo es ya. A fines de 2025, habrá ganado aproximadamente US$1.600 millones a lo largo de su carrera, incluidos salarios de jugador, bonificaciones y patrocinios, según Sportico. Antes del Inter Miami, Messi recibió 555,2 millones de euros (US$613 millones) del Barcelona en los cuatro años antes de ser transferido al Paris Saint-Germain en 2021, según una copia de su contrato que fue obtenida y publicada por el diario español El Mundo.
El Inter Miami ha cosechado los beneficios dentro y fuera del campo. Decenas de marcas han cerrado acuerdos de patrocinio con el club que cosecharán US$55 millones esta temporada, según la firma de datos SponsorUnited. Los jugadores visten camisetas estampadas con el logotipo de Royal Caribbean Cruises Ltd., mientras compiten en un modesto estadio en Fort Lauderdale llamado JPMorgan Chase & Co. El equipo ha atraído a otros grandes nombres, incluido el ex compañero de equipo de Messi en el Barcelona, Luis Suárez. Lo ayudaron a triunfar incluso cuando Messi no está, y el equipo está en la cima de la Conferencia Este después de ganar 19 partidos esta temporada.
Una bandera de Lionel Messi ondeando durante un partido.
Además, el club es rentable, dijo Mas, en contraste con cómo le fue al Barcelona en los últimos años del mandato de Messi, cuando su salario resultó abrumador para el club catalán. La hazaña fue posible, dijo, porque Messi está siendo compensado a través de acuerdos de participación en el capital y los ingresos.
Mas dijo que también tiene la intención de traer un nuevo socio estratégico al Inter Miami, muy probablemente hacia fines del próximo año, cuando la construcción de su nuevo complejo de estadios conocido como Freedom Park esté en plena marcha.
El efecto Messi se mostró en su totalidad a fines de mayo durante uno de los últimos partidos nacionales que jugó antes de su lesión.
Jugando contra Atlanta United, Messi recibió un pase de otro ex compañero de equipo del Barcelona, Sergio Busquets, en el minuto 62 y metió un tiro desde fuera del área penal en el arco de Atlanta. La ola rosa de 21.326 fanáticos -fue otro lleno más- rugió cuando el locutor conocido como "El Chamo" (jerga española para "El Niño") soltó un rotundo "¡Gooooool!".
Ese espectáculo, que incluye un grupo de seguidores detrás del arco norte que canta himnos del fútbol sudamericano durante todo el partido al ritmo de su propio grupo de percusionistas, es fundamental para el modelo de negocios del Inter Miami. Las ventas de entradas, comida y ropa los días de partido son la mayor fuente de ingresos del equipo. Solo 4% de los ingresos anuales del Inter Miami proviene de la venta de derechos de transmisión, incluidas las ganancias del acuerdo de 10 años de la liga por US$2.500 millones con AppleTV+.
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