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Es la versión 18 del festival y la mayoría de edad le llegó a este encuentro con el reciente reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación, por su gestión cultural con enfoque pedagógico
A más 30 grados de temperatura, acompañados de la fresca brisa marina, con la participación de 200 artistas sinfónicos y con un público visiblemente emocionado, se ha celebrado el Cartagena Festival de Música, que culmina esta noche con la Sinfónica de la ciudad anfitriona, dirigida por Paola Avila, en el auditorio Getsemaní.
Esta ha sido la versión 18 del festival y la mayoría de edad le llegó a este encuentro con el reciente reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación, por su gestión cultural con enfoque pedagógico.
Como es tradicional, el festival gira cada año en torno a un tema. Este año ha sido “La Sinfonía de la Naturaleza” para escuchar obras inspiradas en la misma. Así hemos escuchado las Cuatro Estaciones de Vivaldi o Escenas del Bosque de Schumann, tanto como Tolú de Lucho Bermúdez o el Vallenato La Creciente de Hernando Marín, en versiones que dialogan entre la academia y lo popular. Para Julia Salvi, presidente de la Fundación Salvi que organiza el festival, “reservamos un espacio a las músicas colombianas y a las experiencias artísticas propias para recuperar, valorizar y promover un importante patrimonio cultural”.
En el CFM participaron tres orquestas, dos cuartetos y decenas de intérpretes de talla mundial. La orquesta residente (el invitado internacional central que toca en varios conciertos) fue el Ensamble Allegria, uno de los principales conjuntos de Noruega con una vitalidad equivalente a su gran calidad artística. Así mismo la Orquesta Juvenil de la Filarmónica de Bogotá, conformada por 40 músicos dirigidos por Manuel López-Gomez y la Sinfónica de Cartagena, un proyecto que integra 30 barrios de la ciudad y que ha concretado oportunidades de movilidad e integración social, desde el goce y el rigor de la formación musical.
Al festival se sumaron el Cuarteto de Cuerdas Nórdico con sus múltiples premios internacionales, el Cuarteto colombiano Q-arte, nominado a los Grammy en 2020 y el Bogotá Piano Trío. Así mismo grandes intérpretes nacionales e internacionales, como quien fuera considerado prodigio desde niño, el pianista sueco Peter Jablonsky para quien “venir por primera vez a Colombia y a Cartagena ha sido toda una sorpresa, no sólo por el entorno cálido tropical, la diversidad y cercanía de miles de aves, sino por la alegría y entrega del público”. Otros grandes intérpretes como el violinista ruso Nikita Boriso-Glebsky o los “rock-stars“ de la música sinfónica colombiana como el violonchelista Santiago Cañón, o la soprano Julieth Lozano, por mencionar algunos. Ellos han recibido los entusiastas aplausos y llamados a “otra, otra”, que se han vivido en los 24 conciertos de este festival.
Paralelo a la actividad musical en los más importantes teatros de Cartagena, como el Adolfo Mejía, las capillas de Santa Teresa y de Santa Clara, se han desarrollado conciertos gratuitos en el Palacio de la Proclamación, el Auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones y transmisiones en Crespo y en el Parque de San Diego, para atender miles de espectadores locales que acuden sagradamente a este encuentro anual. Más allá de los conciertos, el festival trabaja intensamente en dejar un legado al país que se enfoca en la educación musical.
Según le contó a la República el director general del festival, Antonio Miscená, “este trabajo de formación académica en música de cámara benefició a 70 colombianos de diferentes regiones, a través de un convenio tripartita con los conservatorios Giovan Battista Martini de Bolonia-Italia, el Adolfo Mejía de Cartagena y la Fundación Salvi. Este es un taller de formación que apoya académicamente y proyecta internacionalmente a quienes participan”. Para Alejandro Roca, pianista colombiano, promotor de ópera y profesor radicado en Yale, “de este programa formativo han salido grandes músicos como Santiago Cañón, Manuela Osorno, David Merchán y Julieth Lozano, entre otros. El diplomado tiene una gran oportunidad de crecer económicamente para llegar a más colombianos”.
Los luthiers son quienes fabrican y reparan instrumentos musicales. Para Miscená, “este sueño de formar luthiers en Colombia se venía gestando desde hace 10 años. Ahora 9 alumnos culminan su formación en Colombia y completarán sus estudios en Cremona, Italia. Ver graduar a estos primeros nueve alumnos es como un milagro que logró el esfuerzo del Conservatorio de Cremona, el del Tolima y la Fundación Salvi”. Por su parte, James Fernández, director del conservatorio del Tolima, resalta de este programa “su capacidad de enriquecer la tradición artesanal de fabricantes de instrumentos en nuestro país y multiplicarla a través de la academia, con el nivel de excelencia de la tradición italiana”.
Con la presencia del Embajador de Italia, Giancarlo María Curcio, se inauguró la muestra de los primeros 15 violines hechos por manos colombianas.
Llegar a la edición 18 del festival es un mérito a la gestión cultural de la Fundación Salvi. Las cifras han venido mejorando después de pandemia consistentemente. En 2022 el presupuesto fue de 3.000 millones y asistieron 6.000 espectadores. El año interior se invirtieron 5.500 millones[A1] y participaron 10.000 asistentes. Este 2024 el presupuesto ha sido de 6.000 millones y se espera llegar a 13.000 espectadores.
El festival tiene un público de culto que lo sigue año tras año, procedente de Norteamérica, Europa y de la región, que viene por miles y le deja utilidades a la ciudad en servicios turísticos. Simona Martorrelli, directora de relaciones internacionales y asuntos europeos de la RAI de Italia, exalta del CFM la magia de una experiencia musical a un nivel muy alto, con un compromiso social. El festival de Música de Cartagena no es sólo una suma de conciertos. Es la muestra de cómo la música puede ser un camino hacia la inclusión, la transformación social y el desarrollo. Lo más sorprendente es ver cómo los grandes patrocinadores hacen posible esta experiencia para el alma”.
El festival se nutre un 10% con dineros oficiales procedentes del Ministerio de Educación, Fontur y Procolombia y 90% con grandes aliados entre los que resalta como socio fundador desde hace 18 años RCN. Larga vida a este festival!
La marca aprovechó la oportunidad para mostrar su poderío y presentó una impresionante superficie de 3.400 metros cuadrados
El reconocimiento se dio en el marco de la entrega de los galardones los Best Tourism Village 2024 que realiza ONU Turismo en Caratagena