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En eventos como el Festival Vallenato ha facturado más de $150.000 millones y sigue siendo líder en las plataformas digitales
Con acordeones, versos y el sombrero vueltiao’, el vallenato se ha convertido en un género emblema de la cultura nacional, que a diferencia de otros ritmos autóctonos logró atravesar regiones y fronteras, presentándose como una opción rentable para la industria musical, pero ¿qué hay detrás de su éxito?
Según explica Fernando López, vicepresidente A&R de Codiscos, hay varios elementos que han impulsado al género de ‘Francisco el Hombre’, empezando por la apropiación local.
“En cualquier pueblo de la costa el que no canta vallenato toca la caja, el acordeón, todo gira al rededor del género. Hay un semillero de artistas y es por eso que no se cae, porque siempre hay gente nueva”, dice López.
Ha sido tal su acogida que es a al fecha el único género considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia, lo que le permite, mediante una resolución oficial, tener un plan especial de salvaguardia, documentación y protección.
“A lo largo de su evolución histórica la música vallenata tradicional mantiene su carácter de ser un factor de integración y cohesión social y pilar de la identidad cultural y la solidaridad comunitaria”, dice Alberto Escovar, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
Para suerte de quienes se mueven en la industria, el impacto del vallenato también se ve de forma tangible con las ganancias económicas que ha dejado a disqueras y artistas.
Por ejemplo, en el caso de Codiscos, ha sido el pilar de la compañía por más de 50 años, creando incluso el “sello costeño” enfocado a lanzar artistas vallenatos como Alfredo Gutiérrez, Patricia Teherán o su grupo estrella, el Binomio de Oro.
“Vendíamos tantos discos que les otorgábamos el disco de oro, que en ese entonces se daba por 10.000, después por 20.000 y luego por 30.000 copias. Fueron muchos los discos que vendieron”, cuenta López, en esa época (a partir de 1976) un vinilo costaba unos $20.000.
A la fecha estos discos siguen sonando y el vallenato representa más de 60% del total de las ventas de la compañía, en las que destacan principalmente los artistas de catálogo.
“En Codiscos 60% de nuestras ventas son por el Vallenato. Indiscutiblemente, el Binomio de Oro es número uno con éxitos como la creciente o el higuerón”.
Fernando Cely, productor y guitarrista, explica que hay, además, un elemento en la composición musical del vallenato que hace que sea más pegajoso que otros ritmos autóctonos.
“El vallenato empezó a tomar un formato más universal y se hizo más comercial. Otra cosa a nivel técnico es que el paseo, que fue el que se hizo famoso en su época, está hecho a 4/4 y casi toda la música comercial del mundo está en compás de 4/4 porque es más digerible”, indica.
Todos estos elementos han contribuido así a que el género haya pasado con éxito de la época de los vinilos a la de las playlist digitales ubicándose como uno de los más escuchados en el país.
“Nuestras listas de reproducción de vallenato siguen siendo relevantes para los usuarios. “Vallenato Hits”, se mantuvo en el top 20 durante todo el 2020, con un aumento de 300% en abril 2020 y 200% en diciembre 2020. Y en artistas, incluso después de su muerte, y sin música nueva para agregar a su catálogo, Diomedes Díaz sigue estando entre los 15 artistas más escuchados en Colombia, año tras año”, dice Diego Burgos, editorial lead America’s & global latin music editor Deezer.
En Spotify, las canciones vallenatas más escuchadas durante 2020 fueron: Amantes, de Elder Dayán Díaz y Rolando Ochoa; Amarte más no pude de Diomedes Díaz; Olvídala, Jorge Celedón; Tierra Mala, Los Chiches Vallenatos y Sin medir distancias, Diomedes Díaz. La plataforma registra que en el último año hubo más de 800 millones de streams de canciones del género Vallenato.
Para cerrar, es importante destacar el evento más significativo del género: el Festival de la Leyenda Vallenata que, además de contribuir a la conservación del ritmo, desde 1968 deja millonarias cifras a la economía nacional. Según estima la Cámara de Comercio de Valledupar, en 2019 más de 120.000 visitantes llegaron a la ciudad para asistir al evento, lo que dejó la ocupación hotelera al 67% y representó un gasto por persona de más o menos $1 millón.
“Esta es la máxima expresión cultural de esta región del país que tiene la música Vallenata, la base para conservar, promover, difundir nuestra música. Sobre cuánto se movía económicamente, un cifra conservadora son unos $150.000 millones, aproximadamente, lo que le deja a la ciudad los cinco días de festival”, dice Rodolfo Molina, presidente de la Fundación Festival Vallenato.
Este año como consecuencia de la pandemia el Festival de la Leyenda Vallenata se realizará en octubre.
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