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Este año se cree que la cifra de cobro por los 30 segundos de publicidad fue de US$5,5 millones los cuales cerraron ya contratos
El Super Bowl LV estará marcado por reducciones significativas, tanto en su aforo como en toda la cadena de valor que produce este evento, debido a los efectos de la pandemia producto del covid-19.
A la final que se disputará mañana entre los Kansas City Chies y los Tampa Bay Buccaneers solo asistirán de manera presencial 22.000 personas de los 65.000 cupos con los que cuenta el estadio Raymond James de Tampa según informaron medios internacionales.
De estas personas, 7.500 serán trabajadores del sector sanitario que han sido vacunados contra el covid-19 y que asisten como invitados especiales en honor a su trabajo. Los demás, 14.500, serán aficionados que pagaron su boleto de manera virtual y fueron elegidos mediante un sorteo para tener el privilegio de ver a su equipo en vivo.
En cuanto a las apuestas, American Gaming Association (AGA) ha reportado que se espera que 2,2 millones de estadounidenses lo hagan. Esto movería alrededor de US$4.300 millones, lo que significa una reducción de cerca de 37% con respecto a 2020 cuando se recaudaron US$6.800 millones en apuestas.
En los ingresos comerciales como lo anuncios de TV también se esperan pérdidas. Este año quien tiene los derechos de transmisión es la cadena de televisión CBS, y pese a que llegarán centenares de millones de dólares en ingresos por concepto de anuncios, lo anterior teniendo en cuenta que el Super Bowl es el espacio más valioso de la televisión estadounidense al alcanzar hasta 100 millones de telespectadores, estos podrían no subir frente a la cifra de 2020.
El año pasado, Fox obtuvo los derechos de transmisión del Super Bowl y cobró US$5,6 millones por espacio de 30 segundos durante el partido, este año se cree que la cifra fue de US$5,5 millones y los contratos se cerraron hasta hace pocas semanas.
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